Después de tres meses de ausencia por la pandemia, el regreso del boxeo no sólo enfrenta nuevas obligaciones sanitarias y un formato novedoso, sino también debe resolver un vacío administrativo producto de la cuarentena. La primera función a puer-ta cerrada en la capital mexicana será el sábado 20 de junio dentro de un foro de televisión, con un despliegue de las nuevas reglas para los deportes: desinfección, control médico y sin público para tratar de mitigar el riesgo de contagios del coronavirus.

Hace un par de días la Comisión de Boxeo Profesional de la Ciudad de México anunció que las autoridades locales indicaron que no existen condiciones sanitarias para avalar la cartelera del próximo sábado. A diferencia de la Secretaría de Salud federal, que permite estas actividades siempre que sean sin público, en la capital del país sólo se autorizarán hasta que se establezca el semáforo naranja.

Pese a la negativa de la comisión capitalina, la función a puerta cerrada se realizará este sábado, sostiene Guillermo Brito, director operativo de Zanfer, empresa responsable de la velada.

Todo el proceso para este regreso lo hicimos coordinados con la Comisión de Boxeo de la Ciudad de México, señala Brito; aún esperamos su participación, porque el semáforo de la ciudad puede cambiar en los próximos días y abrir actividades, pero no es porque no estén de acuerdo, sino porque la autoridad no se lo permite.

Este contraste de posturas entre autoridades locales y federales plantea un escenario inesperado para los promotores. Las oficinas de la comisión, además, permanecen cerradas desde el inicio del confinamiento preventivo.

Estamos ante un vacío, porque lo que estamos viviendo es inédito, plantea Brito; buscamos las alternativas, de cualquier modo atendemos que la autoridad federal permite estas actividades bajo control, de modo que no infringimos ninguna prohibición o ponemos en riesgo a los demás.

Ante la negativa de la comisión capitalina, buscarán el apoyo de la Federación de Comisiones de Boxeo de la República Mexicana para regular la función.

La comisión es la instancia que nos rige en la Ciudad de México, agrega Brito; es la que vigila el cumplimiento del reglamento, somos institucionales en ese sentido, pero también necesitamos poner en marcha el boxeo.

Brito explica que planea hacer cuatro funciones mensuales durante tres meses. De ese cálculo esperan que alrededor de 100 boxeadores consigan volver a pelear después de meses sin recibir ningún sueldo.

El protocolo para cada función será riguroso–explica–, desde el control previo a la función, como durante la velada. El plan propone monitoreo médico previo a los participantes, aislamiento antes de la pelea en un hotel libre de Covid-19, donde cada peleador tendrá su habitación y habrá pesaje por turnos.