Viernes 12 de junio de 2020, p. 31
Los sistemas obsoletos del Metro, Tren Ligero, Trolebús y de la Red de Transportes de Pasajeros afectan 29 por ciento de los viajes al hacerlos lentos e inseguros para la población capitalina, afirmó Yelida Sánchez Simiano, especialista de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Por segundo día consecutivo, el Congreso de la Ciudad de México realizó el coloquio sobre el Sistema de Transporte Colectivo Metro vía Internet, en el que la experta dijo que el organismo enfrenta diversos retos, como su modernización, la disponibilidad de unidades y la implementación de sistemas de información al usuario.
Incluso, con la pandemia de Covid-19 los problemas se agudizan, aseguró Sánchez, pues las autoridades locales deberán incrementar un plan para aumentar la frecuencia de los trenes a fin de evitar aglomeraciones en los andenes y reducir, en lo más posible, el contagio del virus.
Tenemos un sistema saturado; necesitamos mejorar las frecuencias y ahora, por el tema de la Covid-19, va a ser fundamental que no se llenen los vagones, como sucede en Pantitlán y Observatorio durante las horas pico. Esto, durante la pandemia que estamos viviendo, va a ser muy arriesgado
, advirtió.
En su discurso expuso que los preceptos de la Ley de Movilidad no se implementan en las acciones del gobierno; por ejemplo, en su artículo 74 se ordena el funcionamiento de un sistema integrado de movilidad; sin embargo, en el estatuto orgánico del Metro dicho concepto no aparece, lo que refleja una falta de comunicación.
Ignacio Iyescas, quien laboró durante 50 años en el sistema, reveló que en los talleres de Zaragoza los compañeros solicitaban permiso para ocupar piezas viejas u obsoletas a fin de reparar los trenes.
Los primeros 15 años fueron maravillosos porque era un transporte nuevo para todos, pero hubo un desgaste muy rápido del parque vehicular, aunado a la deficiencia en la capacitación de los trabajadores
, mencionó.
La especialista y los diputados Gabriela Salido y Jorge Gaviño –ex director del Metro– coincidieron en que el sistema necesita apoyo financiero federal y del estado de México, pues el subsidio que paga el gobierno local, con los impuestos de los capitalinos, no es suficiente para su mejoramiento.
“Puede ser que exista un descuido, pero eso no es lo primordial, el principal problema es la falta de recursos; el costo al usuario es de cinco pesos, pero su valor real es de entre 13 y 15. El gobierno subsidia esa cantidad, pero no alcanza y eso va deteriorando y carcachizando todo el sistema”, dijo Gaviño Ambriz.