Estamos tocando fondo con la crisis económica, insistió el presidente Andrés Manuel López Obrador, para quien resulta alentador que, ante la situación derivada por la pandemia de Covid-19, haya un incremento en la recaudación, el peso se esté recuperando y el precio del petróleo repunte. Con la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, llegará más inversión extranjera, sostuvo.

Informó que entre el primero de enero y el 8 de junio los ingresos tributarios aumentaron 50 mil millones de pesos, lo que significa un incremento, en términos reales, de 0.9 por ciento, comparado con el mismo periodo del año anterior. La recaudación del impuesto sobre la renta creció 1.3 por ciento, y el IVA 0.5 por ciento, a pesar de la situación tan complicada.

A su vez, señaló que los ingresos totales tuvieron una contracción marginal de -0.7 por ciento, al ubicarse en 35 mil millones de pesos.

En conferencia de prensa, reiteró su pronóstico de que se perderán un millón de empleos formales. En abril, el IMSS reportó una pérdida de 550 mil; en mayo será de 350 mil –el informe se presentará mañana, dijo– y los primeros días de este mes también ha habido pérdidas, pero ya tuvimos un día sin registro de ello.

Destacó la recuperación del peso mexicano. Con la crisis se presentó una depreciación que al día de hoy es de -7.6 por ciento, indicó ayer en Palacio Nacional.

Respecto al petróleo, comentó que al 20 de abril, el precio llegó a estar bajo cero. No vendimos esos días, nos aguantamos, y afortunadamente en poco más de un mes repuntó y ya está en 33 dólares con 97 centavos.

Consideró que la recuperación económica “va a ser una ‘V’, que caímos, tocamos fondo y vamos para arriba”. Por eso, dijo, la reapertura hacia la nueva normalidad debe realizare con mucho cuidado, siguiendo los protocolos de salud. Yo tengo mucha fe en que vamos a salir adelante.

En este contexto, el Presidente anunció que ya se integró el equipo multidisciplinario de expertos para determinar el crecimiento económico, bienestar, grados de desigualdad y “la felicidad del pueblo, sin dejar de tomar en cuenta el producto interno bruto, pero no sólo guiarnos por un parámetro.

¿De qué sirve el crecimiento si se profundiza la desigualdad, si hay cada vez más pobres, si nos volvemos duros de corazón y le damos la espalda al que sufre?, preguntó. “Hay que conjugar todo, lo económico, lo social, lo cultural; acabar con eso que nos fueron metiendo en la cabeza de que: ‘eres naco, no estás civilizado, cómo vas a hablar así…’”, concluyó.