Diputados de Morena, PAN y MC insistieron en su propuesta de constituir un ingreso básico ciudadano, como una renta individual que garantice recursos a quienes se queden sin empleo por una contingencia y plantearon una reforma a la Constitución para que todos los ciudadanos tengan derecho a un apoyo económico que asegure, como mínimo, el acceso a la línea del bienestar.

La iniciativa, presentada ayer por Morena y respaldada por esas dos bancadas, considera que se destine al menos el equivalente a 10 por ciento del Presupuesto de Egresos de la Federación, que para 2020 representarían 610 mil millones de pesos, monto igual al que el Ejecutivo propuso reorientar del gasto público para enfrentar la pandemia.

Para definir dicho mínimo pueden adoptarse dos opciones: el salario mínimo o el monto equivalente a la línea de bienestar urbana o a la línea de bienestar mínima urbana, que estima el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

La aplicación del ingreso básico ciudadano se realizaría de manera gradual y se entregaría primero a los más pobres, con mecanismos que den certeza a la transparencia y honestidad de la distribución, señala el documento.

Se consideran dichos montos porque, de no ser así, se antoja casi imposible el asignar una cuarta parte del presupuesto federal anual a una renta básica; ya que ello implicaría una alta carga fiscal para todos; incluso, será un trabajo largo, estratégico y muy pensado la asignación de casi 10 por ciento del presupuesto anual de nuestro país a una renta mínima, señala.

La iniciativa reconoce que sería imposible sostener una transición inmediata al pago de dicho ingreso básico, por lo que plantea que la medida se aplique, de manera escalonada, a lo largo de siete años.

El camino no es fácil, el Coneval afirma que en 2018 en México había 52.4 millones de personas en situación de pobreza y 9.3 millones de personas en pobreza extrema; de entrada necesitamos una atención inmediata a 61.7 millones de personas, precisa.