Trato público de excepción para todo el personal de salud // Venezuela y Cuba, de los países que mejor sobrellevan la pandemia
ara que no haya malos entendidos (cosa casi imposible de evitar, porque los malos entendidos tienen una tasa de natalidad altísima, casi como los hongos y los rumores que suelen provocar los triunfos o reconocimientos de aquellos que, por alguna razón o sin ella, detestamos. ¿No es cierto don Hugo?). Pues por razones tales declaro, poniendo la mano sobre una botella de mi Bombay, que la decisión de ese ilustre comité integrado por las secretarías de Gobernación, Cultura, Educación y los líderes del Congreso, me parece aplaudible. Anoto, sin embargo, mis diferencias.
El Comité presidido por el señor secretario de Salud consideró que un grupo de servidores del sector Salud merecían, por un comportamiento que rebasaba con creces el límite del deber profesional e irrumpía en los terrenos de la generosidad, la entrega, el humanismo sin límites ni medidas, un trato público de excepción. Ellos eran los héroes vivos, de carne, hueso y cercanía y con los que compartíamos nuestro momento. No sabíamos ni siquiera sus nombres, pero vivían en la colonia y sus hijos asistían a la escuela de los nuestros. ¿Ese tipo, al que yo deseaba maltratar por ocupar mi estacionamiento, se levantaba siempre antes que yo para enfrentar un riesgo un tanto mayor que el de mi jefe de personal: el coronavirus de sus pacientes? Ni para qué decir que mi auto era mucho mejor y sus hijos iban a escuela de gobierno. Luego lo dejé de ver y supe estaba infectado: cómo deseo verlo y romper a Susana y darle un abrazo.
Repito, ya lo dije, fue la selección burocrática, clasista de los candidatos postulados y los criterios que definirían los resultados: los títulos profesionales y el rango laboral contaban más que el desempeño y el riesgo corrido en las labores cotidianas. Los rangos del premio Miguel Hidalgo son Collar, Cruz, Banda, Placa. ¿A ustedes les parece apropiada la aplicación de estas categorías para el momento que vivimos?
Propuestas: Levantamiento riguroso del padrón constituido por todos los mexicanos que durante esta larga noche negra que estamos viviendo desarrollan un trabajo, cualquiera que sea su nivel profesional, conocimientos, ingresos etcétera, pero cuyo desempeño sea de innegable beneficio colectivo.
Informes de las agencias noticiosas extranjeras Europa Press, AP y Reuters (que son las creíbles para las clases ilustradas del país) señalan en el estudio “ Lost on the front line”, realizado por The Guardian y la organización estadunidense Kaiser Healt the News, al menos 600 trabajadores de la salud han muerto en los pasados cinco meses por contagio del Covid-19. Lo que nos importa y diferencia es que en su recuento se incluyen enfermeras, paramédicos, y personal de apoyo de salud crucial como conserjes de hospitales, administradores, trabajadores de asilos que han expuesto sus propias vidas para salvar los de otros.
Lost on the front line ha publicado más de 100 obituarios de trabajadores fallecidos con el objetivo de mostrar la continuidad como raza (sic) origen étnico, edad y acceso a los equipos de protección.
Y una breve interrupción para brindar dos datos plenos de credibilidad porque son proporcionados por organismos en los que el mundo fifí confía y don Trump detesta.
Los dos países de este continente ubicados en el peor círculo del imperio trumpista están calificados así: Venezuela, con más de 2 mil casos confirmados es, según organismos internacionales, uno de los países que mejor sobrelleva la pandemia, pese a que el peor virus que infecta a la sociedad es el de las falsas noticias propagadas constantemente por los grupos del cártel de Trump y sus secuaces. Y ¡ Surprise!: En el territorio del averno llamado Cuba se reportan 83 muertes y 2 mil 173 casos, según no el ministerio cubano comunista de la isla, sino la Universidad Johns Hopkins. Razón por la cual la próxima semana se anunciará la reapertura gradual de actividades.
Mi propuesta: El Águila Azteca para los mexicanos a quienes por tanto tiempo se ha considerado como holgazanes, guevones, irresponsables y que son quienes nos envían, a costa de su hambre y carencias, lo que los fifís sacan del trabajo colectivo.
Twitter: @ortiztejeda