Tren Maya: AMLO, contento // Obstáculos varios // Viuda y Operación Zafiro // Netflix y niña Paulette
s natural que Andrés Manuel López Obrador haya mostrado contento a la hora de dar por iniciados los trabajos de un tramo del Tren Maya. Este proyecto es uno de los principales de su administración y en su ruta se han levantado varios obstáculos, entre ellos el presupuestal, agravado por la crisis económica derivada del Covid-19.
Ayer, luego de un largo viaje por carretera y de una polémica desatención al semáforo sanitario que en rojo por toda aquella zona debería llevar a la abstención de actividades que pudieran provocar contagios, el político tabasqueño advirtió que la construcción del citado tren deberá realizarse en el tiempo y con los montos presupuestales convenidos, sin las famosas ampliaciones
con cargo al erario que en otros sexenios significaban corrupción cabalgante.
No todo es, sin embargo, vía libre. Falta la resolución judicial de las quejas de comunidades indígenas que exigen consultas públicas legales y verdaderas sobre el tema (más la probable oposición física a la ejecución de las obras) y el desenlace de los problemas económicos y presupuestales que se van agravando en el país. Por lo pronto, el Presidente de México pudo cumplir el protocolo amable, la ceremonia oficial, con la sonrisa en el rostro, convencido de la dimensión histórica del proyecto de desarrollo económico en el sur del país a partir del famoso tren.
No gozan de credibilidad en forma el aparato de gobierno de Morelos, que encabeza el ex jugador profesional de futbol Cuauhtémoc Blanco, ni los órganos presuntamente autónomos como la Fiscalía General del estado, pero aun así ayer comenzó a tomar cuerpo la versión de que fue la propia esposa la responsable del asesinato de un ex funcionario peñista, Alfonso Isaac Gamboa Lozano, involucrado en un insólito expediente judicial de transferencia triangulada de recursos federales a campañas electorales del Partido Revolucionario Institucional.
Identificada como Bethzabee y ya en prisión, la ahora viuda habría organizado la ejecución de Gamboa Lozano y otros de sus familiares, según la información oficial dada a conocer. Con esta línea de investigación podría decaer o desviarse la interpretación que pretendía asociar los crímenes sucedidos en el municipio de Temixco con un obligatorio silenciamiento de quien mucho podría haber declarado contra Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray Caso y Manlio Fabio Beltrones.
Gamboa Lozano fue titular de la Unidad de Política y Control Presupuestal de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y, en tal condición, su testimonio habría sido importante para confirmar o rechazar la documentada acusación, realizada desde Chihuahua, gobernada por Javier Corral Jurado, de que durante el peñismo se enviaron 250 millones de pesos, desde la SHCP, al gobierno también priísta encabezado por César Duarte, para cobrarlos con facturas arregladas que permitieron devolver el dinero, o parte de él, a los operadores electorales priístas en algunos estados. Ahora, muerto por tramas conyugales o de otra índole, Gamboa Lozano ya no podrá declarar.
Dentro de 10 días, Netflix estrenará la miniserie titulada La Búsqueda, sobre el increíble y vergonzoso caso de la niña Paulette Gebara Farah, desaparecida de su casa en el año 2010 y posteriormente encontrada
sin vida, luego de intensas pesquisas que mantuvieron al país en vilo, en un resquicio de su propia cama. Las actuaciones principales están a cargo de Regina Blandón, Darío Yazbek y Diana Bovio. Las pésimas actuaciones gubernamentales estuvieron a cargo del gobernador Enrique Peña Nieto y quien era el fiscal general del estado, Alberto Bazbaz Sacal, quien fue premiado, por sus grandes mentiras en este caso, con la titularidad de la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP (ahora a cargo de Santiago Nieto Castillo) y, luego, del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), ya con Peña Nieto como ocupante de Los Pinos, en un sexenio federal en el que se produjo otra farsa mayúscula y cínica, la verdad histórica
sobre los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero. ¡Hasta mañana!
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