Con 10 condicionantes, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) dio luz verde el 21 de mayo a la rehabilitación de la vía férrea del tren transístmico, que conectará al Golfo de México con el océano Pacífico, y advierte que podrá suspender las obras si hay actividades que pongan en riesgo los patrones de comportamiento de los recursos bióticos. Se prevé que el presidente Andrés Manuel López Obrador dé el banderazo a este proyecto el próximo domingo.

La manifestación de impacto ambiental (MIA) del proyecto, que es parte del corredor transístmico, fue presentada el 17 de enero a la Semarnat por la empresa Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, la inversión prevista es de 362 millones de pesos durante tres años.

En la resolución, la Semarnat señala que la empresa deberá mantener un diálogo amplio con ciudadanos, autoridades locales, organizaciones sociales y autoridades tradicionales para enriquecer el proyecto.

La ruta completa del tren va de la zona portuaria de Coatzacoalcos, Veracruz, a la de Salinas Cruz, Oaxaca. La autorizada es la fase más extensa del tren. Son 132 kilómetros que van del poblado Medias Aguas, Veracruz, y culmina en Asunción Ixtlaltepec, Oaxaca. Abarca los municipios Sayula, San Juan Evangelista y Jesús Carranza en Veracruz y Matías Romero en Oaxaca. La Semarnat avaló el año pasado un primer tramo de 12 kilómetros.

Entre la decena de condicionantes que estableció la dependencia para la resolución al respecto de las 152 páginas de la MIA, se indica que con el fin de reducir los efectos negativos al ambiente y al ecosistema, la empresa deberá establecer medidas de mitigación y compensación así como de remediación, si la situación lo amerita.

En relación con la flora y fauna silvestres, se señala que tendrá que poner en práctica programas de rescate y reubicación, así como hacer una bitácora de especies vulnerables y las acciones para su conservación, entre otras pautas.

La constructora, antes de la obra, deberá contar con un plan de protección y conservación de suelos para reducir los efectos de erosión, así como un programa de cuidado de las fuentes de agua que incluya verificar su calidad.

Verificación ambiental

Ante las emisiones de contaminantes que se generarán en el desarrollo del proyecto, la compañía responsable habrá de presentar informes de la revisión continua y seguimiento a diferentes evaluaciones de las condiciones del aire en las diferentes etapas.

Semarnat añade que la promovente presentará las adecuaciones de obras, como pasos de fauna subterráneos y aéreos, y un programa de vigilancia de especies del hábitat. La resolución refiere que no podrán comenzar los trabajos si la empresa no tienen autorizados la ubicación y diseño de los pasos de fauna.

Tendrá, además, que establecer un programa de manejo de residuos y deberá contar con un supervisor ambiental, quien deberá estar acreditado por una entidad educativa o de investigación reconocida durante la vigencia del permiso otorgado.

La empresa también debe establecer por mandato de la autoridad ambiental un comité de vigilancia ecológica, conformado por representantes de las comunidades involucradas, organizaciones sociales de la región, autoridades tradicionales y distintos actores de gobierno que correspondan a sus competencias.