La emergencia sanitaria ha hecho aún más visible las condiciones desiguales en el cuidado, la crianza y las labores domésticas, y ha evidenciado la crisis y el riesgo para las mujeres, impactando diferenciada y nuevamente en su salud, como ha sido en el ejercicio de otros derechos, afirmó la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la Ciudad de México.

Hoy, afirmó Nashieli Ramírez, presidenta del organismo, se requiere la armonización legislativa en materia laboral, seguridad social, igualdad entre hombres y mujeres, y salud, entre otras, en materia de cuidado, remunerado o no.

Se trata de una responsabilidad de todos que debe proveerse o recibirse en ciertos momentos de la vida de las personas, y el Sistema Nacional de Cuidados debe garantizar tanto los derechos de quien recibe cuidados como de quienes los proveen, consideró.

Ramírez Hernández se pronunció por la necesidad de erradicar la desigualdad estructural en las tareas de cuidado por medio de una legislación general en la materia que perfile una política pública con perspectiva de género y enfoque de derechos humanos.

Celebró la pertinencia de acelerar los esfuerzos para garantizar el derecho al cuidado y priorizarlo como un asunto de interés público, en particular en el contexto de la emergencia sanitaria por Covid-19.

La publicación de una ley general del sistema nacional de cuidados y la armonización legislativa en materia laboral, seguridad social, igualdad entre hombres y mujeres, y salud, entre otras, son necesarios para garantizar el derecho al cuidado.

Destacó que la Constitución Política de la Ciudad de México es el primer texto constitucional en reconocer el derecho al cuidado y puede representar un referente importante ante la reforma federal y la legislación general que le siga.

Para el Sistema Nacional de Cuidados, las instituciones garantes de los derechos económicos, sociales y culturales, en especial de seguridad social, trabajo y salud, deben diseñar esquemas para la provisión, con una necesaria perspectiva de género, apuntó.