Jugar sin público, el peor escenario, dice
Domingo 31 de mayo de 2020, p. a11
Cuando los calores recios bajan en el norte de México, la frescura anuncia la llegada de la temporada del beisbol. La gente espera ocho meses a que octubre marque un ciclo anual que trae consigo el inicio del espectáculo más arraigado en la región, la Liga del Pacífico, cuyos equipos no sólo representan una competencia deportiva, sino que también son referentes de identidad y actividad social en la región.
La entrada a los estadios de la Liga es una de las más altas en el mundo, asegura el presidente de la organización, Omar Canizales. La presencia del público, entonces, es un elemento fundamental en las finanzas de los equipos y también parte de la dinámica colectiva en muchas ciudades del norte.
Si los efectos de la pandemia del coronavirus impiden la asistencia de público a los estadios, no sólo afectarán la economía de los equipos, cuyas arcas se benefician en gran medida con el ingreso de las taquillas, sino que será un fuerte impacto en la vida sociocultural de muchas comunidades.
Hemos estado como locos analizando posibles escenarios para el inicio de la temporada en octubre
, cuenta Canizales; uno sería con público limitado en los estadios, puede ser entre 30 y 50 por ciento, con medidas muy rigurosas para no poner en riesgo a jugadores ni trabajadores o asistentes
.
Con ese escenario es posible echar a andar la maquinaria económica de la que, asegura, dependen de forma directa unas 800 familias. Tienen muy claro que esta temporada no será rentable para nadie, pero también –y en eso pone énfasis el presidente de la LMP– pueden cumplir con la función social de una actividad muy importante en la vida de muchas comunidades.
El peor escenario sería no poder jugar con público
, lo dice en un tono como para conjurar esa posibilidad; hacerlo a puerta cerrada implicaría reducir los costos al máximo y el impacto económico para todos sería muy fuerte
.
La Liga Mexicana de Beisbol, la otra organización en este deporte, no ha podido empezar su temporada y advierten que jugar a puerta cerrada es inviable. Confían que en agosto el semáforo sanitario con el que operará el país les permitirá arrancar y extenderlo hasta octubre, lo cual podría empalmar con la tradicional competencia de invierno, como llaman a la LMP.
En estos momentos lo que debe predominar es el sentido solidario y la flexibilidad en todos los ámbitos
, afirma Canizales; si no entendemos que enfrentamos una nueva realidad no podremos salir adelante; estamos todos para apoyarnos y encontrar soluciones
.