Participan 35 naciones lideradas por Costa Rica y la Organización Mundial de la Salud
Sábado 30 de mayo de 2020, p. 7
Zúrich. Más de 30 países, liderados por Costa Rica y la Organización Mundial de la Salud (OMS), lanzaron ayer el Fondo de Acceso a la Tecnología para compartir vacunas, medicamentos y herramientas de diagnóstico, así como conocimientos, datos y propiedad intelectual, con la finalidad de frenar la pandemia del nuevo coronavirus.
Basado en una ciencia sólida y una colaboración abierta, esta plataforma de intercambio de información ayudará a proporcionar un acceso equitativo a las tecnologías que salvan vidas en todo el mundo
, dijo el director general de la OMS, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, en videoconferencia para presentar el fondo.
El objetivo del proyecto es acelerar el descubrimiento de vacunas, medicamentos y otras tecnologías a través de la investigación científica abierta, y acelerar el desarrollo de productos mediante la movilización de la capacidad de fabricación adicional. Esto ayudará a garantizar un acceso rápido y equitativo a los tratamientos contra el Covid-19, tanto existentes como nuevos.
El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, dijo que las vacunas, pruebas, diagnósticos, tratamientos y otras herramientas clave en la respuesta al coronavirus deben estar disponibles universalmente como bienes públicos mundiales
.
El grupo de acceso tecnológico a Covid-19 está compuesto por 35 países, entre los que se encuentran México, Argentina, Bangladesh, Barbados, Belice, Brasil, Chile, República Dominicana, Ecuador, Egipto, Indonesia, Líbano, Luxemburgo, Malasia y Maldivas. También figuran Mozambique, Noruega, Omán, Pakistán, Palau, Panamá, Perú, Portugal, San Vicente y las Granadinas, Sudáfrica, Sudán, Países Bajos, Timor-Leste y Uruguay.
La iniciativa se produce en medio del temor a que los países más ricos que inyectan recursos para encontrar vacunas, como Estados Unidos, China y Rusia, se muevan al frente de la fila para acaparar las primeras muestras exitosas en el mundo.
Los modelos de mercado no cubrirían las necesidades de todo el mundo
, advirtió Ghebreyesus. Suiza, de donde son los gigantes farmacéuticos Roche y Novartis, expresó sus inquietudes sobre un nacionalismo de las vacunas
.
En Moscú, la inusual imagen de un grupo de científicos del Instituto de Investigación Gamaleya probando en ellos un prototipo de vacuna, ilustra, de algún modo, la ambición de Rusia en la carrera mundial por encontrar un remedio para el Covid-19.
Alexander Guintsburg, al frente del instituto, afirmó haberse inyectado él mismo una vacuna de vector viral. Si hizo algo tan distinto al protocolo habitual, fue para acelerar el proceso científico al máximo y poder terminar los ensayos clínicos en verano.
Este programa sólo es uno de los muchos proyectos presentados al presidente Vladimir Putin. Otros están dirigidos por consorcios público-privados o por el Ministerio de Defensa.