Opinión
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Jazz

El jazz en los tiempos del cólera / V y última

F

inalmente, abordemos dos espacios bastante singulares en la Ciudad de México. Cada club de jazz mantiene su propio carácter y estilo, por supuesto, pero los casos de Jazzorca y de Blue Nose van un poco más allá. Veamos.

Jazzorca funciona desde hace 26 años como foro exclusivo para el free jazz (free music incluida). Germán Bringas, multiinstrumentista con más de 30 discos (físicos) en su haber, platicó con nosotros.

Desde 2017 abrimos sólo los sábados, y aun así logramos más de 50 conciertos al año. Obviamente, en marzo tuvimos que cerrar. Desde hace dos o tres años casi cada mes hay un concierto con improvisadores que vienen de fuera, algunos más famosillos que otros, y de todos lados, de Inglaterra, de Francia, Noruega, Estados Unidos, Canadá.

–¿Se Conserva siempre esta línea inasible del free?

–Por supuesto. Lo que ha resultado muy padre en estos días de encierro es que estos músicos me están enviando producciones digitales de los conciertos que han hecho aquí en Jazzorca, y los están publicando en bandcamp. Uno fue del guitarrista Jeff Platz, hicimos un cuarteto en noviembre pasado; otro fue Jarrett Gilgore, saxofonista de Baltimore.

–¿Jazzorca continuará abriendo cuando se levante la cuarentena?

–Sí, claro. Voy a empezar a hacer la programación de junio con todos los que tuvimos que cancelar, como Remi Álvarez, Milo Tamez y un dúo de chavas de la Nacional de Música que tocan muy buen free jazz con batería y sax.

–¿Sólo los sábados?

–Sí, Es que siempre es tan irregular... a veces llegan 10 personas, a veces cuatro, a veces 30. Nunca sabes qué va a pasar y entonces estamos así en altas y bajas, y preferimos que se acumule la gente en un solo día.

“Blue Nose empieza con un grupo de amigos organizando fiestas en casa de Diego Maroto (de los más grandes saxofonistas en la historia de estas tierras) para festejar el cumpleaños de Luri Molina o del propio Diego, para reunirse después de Navidad en familia; cualquier pretexto era bueno para convocar y jazzear con los cuates. Poco a poco iba yendo más y más gente.

“No se cobraba cover y los músicos no cobraban nada –nos platica Maroto–, todos cooperábamos para la comida y la bebida; era muy divertido. Entonces, ya que estaba armado un escenario y había sillas y mesas, fue que surgió la idea de seguir haciendo estas sesiones, pero ahora cobrando un leve cover para pagar a músicos, y para que el lugar generara una estructura propia, que el dinero se reinvirtiera y se mejoraran las condiciones. Así comenzamos el 22 de febrero de 2018.

“El concierto inaugural fue con una banda muy importante para mí, muy representativa de una época, Black Horse Quartet, con la que toqué por más de 10 años en un bar de la colonia Condesa, con Luri Molina (contrabajo), Gabriel Puentes (batería), Pancho Lelo (guitarra) y yo (saxos).

“Este lugar nace del anhelo de tocar en un club relajado, donde el jazz fuera el principal protagonista. Un lugar de jazz para jazzistas y melómanos. Esto es un club privado a puerta cerrada, con un límite de cupo, para estar a gusto. No pretendemos ser el nuevo lugar de moda, sino un lugar para gozar de buena música por unas horas.

“Ahora, ante la impactante noticia de que oficialmente los bares y centros nocturnos van a abrir hasta septiembre, incluidos obviamente los clubes de jazz, nos preguntamos qué nos depara el destino a los músicos, pues hasta septiembre vamos a poder trabajar en lo que representa una de nuestras mayores fuentes de ingreso, que es todo el circuito de clubes de jazz y restaurantes y lugares donde se toca esta música.

“En Blue Nose cerramos un poco antes de que cerraran todos oficialmente. Pero pensando que es un club privado, un lugar que funciona a puerta cerrada, tenemos la idea de empezar a hacer conciertos antes de la fecha determinada por el gobierno, muy probablemente a principios de agosto. Esto, por supuesto, con un cupo limitado, manteniendo el concepto este de sana distancia.

Además, en breve vamos a empezar a hacer conciertos sin público, para transmitirlos en línea y tratar de mantener vivo el lugar. Aunque, de todas maneras, cuando esto pare, vamos a regresar con todo. Creo que lejos de que la gente se haya olvidado del Blue Nose, o de los demás lugares donde se toca jazz, todo mundo va a regresar con una avidez insaciable de música.

Todos los foros están listos, todos en el dintel de la puerta. Esperando a que levante la niebla.

Salud.