Miércoles 20 de mayo de 2020, p. 11
Se decidió posponer temporalmente el arranque de 17 plantas eléctricas eólicas y fotovoltaicas, no para fastidiar la inversión
, sino para garantizar que no haya fallas o interrupción del suministro de electricidad o incluso un apagón masivo durante la emergencia sanitaria, dijo a senadores el director del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), Alfonso Morcos Flores.
En una accidentada reunión virtual con los integrantes de la Comisión de Energía del Senado, en la que fue cuestionado por legisladores de la oposición, sobre todo del PAN, que expresaron gran molestia por la decisión, el titular de la Cenace respondió que hay muchas inversiones detenidas, no sólo en el sector eléctrico.
Toda la gran infraestructura industrial de México está parada
, dijo e insistió en que se detuvo el arranque de las nuevas centrales eólicas y fotovoltaicas porque en la situación de emergencia provocada por la pandemia del Covid-19 “tiene prioridad la salud y la vida humana antes que cualquier cosa.
Por ello, explicó, es necesario utilizar las fuentes más seguras de generación del fluido para evitar apagones o fallas en el suministro, ya que nuevas plantas de energías renovables pueden complicar la operación del Sistema Mexicano Eléctrico en los próximo dos años, debido a que va en aumento la generación de energía con las plantas eólicas y solares.
En la reunión a distancia en la que el funcionario estaba en Coahuila y la mayor parte de los senadores en sus estados, con grandes fallas tecnológicas –se iba la voz o la imagen por momentos durante la conexión– otro integrante del Cenace, Jonathan Lugo, hizo una amplia explicación con Power Point en la que expuso que de las 17 centrales eólicas y fotovoltaicas con suspensión temporal de pruebas, nueve de ellas tienen un contrato de largo plazo, de entre 15 y 20 años.
En total, las 17 tendrán una capacidad instalada de 2 mil 326 megawatts (MW), que se sumarían a los 9 mil 932 MW que generan las empresas eólicas y fotovoltaicas que ya operan y a las que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) debe comprar el fluido.