Miércoles 20 de mayo de 2020, p. 10
En el Senado hubo reacciones encontradas a la propuesta del presidente nacional de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, de dotar de facultades al Inegi para medir la riqueza y la desigualdad.
PAN, PRD y MC la descalificaron, mientras que el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, dijo que entiende que el fondo de la propuesta del dirigente de partido es la progresividad fiscal, la cual él mismo comparte; sin embargo, sostuvo que el momento para discutirla es inoportuno.
Monreal insistió: sin que haya una confrontación partidista, Morena, sus dirigentes y militantes no hemos tomado una decisión. Ni siquiera hay una iniciativa. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) debe mantenerse como una institución dedicada a la estadística, no es un órgano fiscalizador. En su momento habremos de discutirlo, pero con mucha precaución, prudencia sin polarizar a la población
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Miguel Ángel Mancera, coordinador de los senadores del PRD, dijo que esa propuesta la consideramos un exceso. No tiene sentido, es violatoria de la ley. Es un planteamiento que no llegó a cristalizarse. Ya el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que no coincide con ella
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Dante Delgado, coordinador de MC, manifestó que no puedo opinar de un tema sobre el que no hay iniciativa y ya el propio titular del Ejecutivo federal dijo que no la comparte. No hay propuesta
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En el Senado no pasará esa estupidez: Zepeda
El senador Damián Zepeda del PAN advirtió que no pasará en el Senado esta propuesta que calificó de una estupidez
. En política no hay casualidades y menos en un Estado tan unipersonal como el que estableció Andrés Manuel López Obrador. El coordinador de los senadores panistas, Mauricio Kuri, subrayó, a su vez, en entrevista, es una payasada esa propuesta. En lugar de estar discutiendo la reactivación económica, los empleos perdidos, y la salud de los mexicanos, se habla de ocurrencias
.
Sobre el tema, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) advirtió que no dará votos hacia una reforma que genere un estado de espionaje. Es una ocurrencia y un disparate para distraer a la opinión pública del desempleo y de la enorme cantidad de muertos
en la emergencia sanitaria, así como del crecimiento del número de pobres en el país.