Al menos 25 plantas armadoras de la industria automotriz, tanto de automóviles como de camiones y tractocamiones, están en vilo por el reinicio de operaciones una vez publicados los lineamientos de cara a la nueva normalidad que impuso la pandemia de Covid-19 en México.

Ya estamos listos, pero el arranque depende de cada empresa, al cubrir los protocolos que requiere la autoridad para el comienzo de producción, explicó Miguel Elizalde, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact).

Técnicamente, (reanudar operaciones) depende de las marcas y su habilidad o capacidad para resolver todas las peticiones que hace el gobierno. Depende de ellos, recalcó, por su parte, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

La semana pasada el gobierno federal vaciló en tres ocasiones para avalar ayer el reinicio de esta industria, la construcción y la minería, luego de considerarlas actividades esenciales. Al final se decidió fijar un periodo, de este lunes al 31 de mayo, para solventar los requerimientos sanitarios. Si una compañía los cumple en el transcurso de estas dos semanas, no debe esperar hasta el primero de junio para empezar a producir.

La víspera se publicaron los lineamientos sanitarios que deberán cumplir todas las empresas para obtener el respaldo del gobierno. Todos nuestros clientes ya cubren los protocolos. No hay ninguna sorpresa. Lo habíamos venido trabajando con la autoridad. ¿Qué sigue? El proceso de implementación. Si alguna firma registra sus protocolos y obtiene la respuesta de las autoridades de salud, hasta 72 horas después, ya puede iniciar antes del primero de junio, agregó Elizalde.

Sin embargo, hasta el mediodía de ayer se reportaron fallas técnicas en la plataforma del gobierno para recibir las peticiones de la iniciativa privada, según fuentes de la industria, al querer registrar sus empresas. Incluso, en una consulta efectuada por La Jornada la plataforma, hasta las 11 de la mañana –tres horas después de abierta–, no estaba disponible.

Mientras tanto, la industria automotriz en Estados Unidos abrió parcialmente. Se trata de General Motors, Ford y Fiat Chrysler Automobile. Parte de la presión en las últimas tres semanas al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador vino de ese sector, dado que funcionan con 39 por ciento de autopartes que produce México.

Elizalde subrayó que las plantas pertenecientes a la Anpact, en términos de protocolos, ya están listas. Entonces, es cuestión de horas para la apertura, en lo que se cumple con este proceso. Sin embargo, agregó, es necesario garantizar que los proveedores entren a operar en breve. Puedes arrancar la planta de autos y se te frena, porque te falta un proveedor, apuntó.

La AMIA cuenta con el registro de 12 armadoras en México, mientras la Anpact tiene 11 plantas de vehículos y dos de remanufactura de motores en ocho estados. Las 25, al ser de distintas marcas, empezarán a producir en las próximas dos semanas, pero ninguna el 18.