Ginebra. Rociar o fumigar las calles con desinfectante, como se hace en algunos países, no sirve para eliminar al nuevo coronavirus y además plantea un riesgo sanitario, advirtió ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En un documento sobre la limpieza y la desinfección de superficies en el marco de la respuesta a la pandemia, la OMS explicó que no se recomienda el rociado o la fumigación de espacios exteriores, como calles o mercados, para matar al virus causante del Covid-19 u otros patógenos, pues la acción del desinfectante se ve anulada por la suciedad.

Ni siquiera en ausencia de materias orgánicas es poco probable que el rociado químico cubra correctamente todas las superficies durante el tiempo de contacto necesario para desactivar a los patógenos, agregó la OMS.

Además, las calles y las veredas no están consideradas reservorios de infección del Covid-19, añadió, y señaló que rociar desinfectante, incluso en el exterior, puede ser peligroso para la salud humana.

La agencia de la Organización de Naciones Unidas subrayó que en ningún caso se recomienda rociar a personas con desinfectante, puesto que esto podría ser física y sicológicamente peligroso y no reduciría la capacidad de una persona infectada de propagar el virus a través de gotículas o por contacto.

Pulverizar cloro u otros productos químicos tóxicos en personas puede causar irritación en los ojos y en la piel, broncoespasmos y tener efectos gastrointestinales.

La organización tampoco aconseja el rociado sistemático de desinfectante en espacios cerrados para eliminar el virus. Si se aplican desinfectantes, conviene hacerlo con un trapo o una toallita con desinfectante, sugirió.

Hasta este sábado, la pandemia ha dejado 310 mil 869 muertos, 4 millones 621 mil 327 contagiados y un millón 679 mil 428 pacientes recuperados en el mundo, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.

Italia reabrirá a partir del 3 de junio sus fronteras a turistas de la Unión Europea y anulará el aislamiento obligatorio de 14 días para visitantes extranjeros en la península, mientras bares y restaurantes podrán abrir el lunes, siempre que respeten las medidas de distanciamiento, informó el primer ministro, Giuseppe Conte.

En España, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, anunció que pedirá al Congreso una última prórroga de alrededor de un mes del estado de alarma, que termina el 24 de mayo.

Mientras, miles de personas, sobre todo pertenecientes a la extrema derecha y a la izquierda radical, se manifestaron en decenas de ciudades de Alemania contra las restricciones impuestas por la pandemia, un movimiento que preocupa a las autoridades.

En Stuttgart, el ayuntamiento autorizó la protesta con la condición de que no congregara a más de 5 mil personas. Sin embargo, fueron muchas más las que acudieron a la cita, por lo que la policía tuvo que evacuar a parte de los manifestantes a calles aledañas.

Suiza reabrió sus museos y el público pudo contemplar la obra de Edward Hopper, considerado el pintor del momento con sus personajes encerrados, solitarios y sus espacios vacíos, que es expuesta en la Fundación Beyeler.

En Reino Unido, 34 por ciento de los enfermeros ha trabajado sin el material de protección necesario para evitar el contagio del coronavirus, de acuerdo con una encuesta del Real Colegio de Enfermería entre más de 5 mil de sus colegiados.

El sistema de salud de Bombay, capital económica de India, está saturado de enfermos de Covid-19. Las morgues están llenas, hay cadáveres abandonados en salas de hospitales, algunos pacientes tienen que compartir cama y el personal sanitario está agotado.

Un video, compartido en las redes sociales y en los medios de comunicación indios, ilustró la magnitud de la crisis en hospitales de esta ciudad, de 18 millones de habitantes, que registra casi 17 mil casos de Covid-19, más del doble que en Nueva Delhi.

Por otra parte, el primer paciente de Pakistán con Covid-19 tratado con sangre donada por un hombre que sobrevivió al patógeno, se recuperó por completo, informaron las autoridades. Muchos países comenzaron a tratar a los enfermos con plasma de pacientes curados.