Momentos difíciles
éxico vive un momento insólito, aun los mayores no recordamos un episodio igual. Gran parte de la población se ha refugiado en sus viviendas, la circulación de vehículos se ha restringido y también la reunión de personas. Y hay una atroz incertidumbre al comprobar que en esta moderna plaga el número de infectados día a día aumenta y también los muertos. Se supone que de aquí a principios de junio llegaremos al punto más alto de la agresividad de un bicho misterioso y que hasta hoy no tiene forma de ser prevenido ni combatido.
Pero no es un momento tan oscuro como los que vivimos hace apenas hace tres años. No sólo nos sentíamos muy preocupados, sino desesperados. Recuerdo una larga sobremesa al final de 2017, le pregunté a un amigo contemporáneo: Mauricio, ¿cuándo se chingó México? ¿Por qué se nos escapó de las manos?
La consciencia de que México pasaba por un mal momento (el peor que yo recordaba) no era sólo mi percepción ni de la gente de mi edad, sino de casi todos, incluso de aquellos que no habían vivido en la época de las vacas gordas
y que por ser muy jóvenes no tenían una clara memoria del largo y lento proceso de decadencia. Teníamos temor de que una vez más el desenlace de las elecciones sería un nuevo fraude electoral. Los malos augurios no se cumplieron y en 2018 tuvimos las primeras elecciones presidenciales libres y relativamente justas.
Hoy estamos viviendo un momento de angustia colectiva, pero estamos luchando contra un enemigo común y lo estamos venciendo. La política sanitaria es aprobada por la mayoría y no se ha dado ni un caso de resistencia o manifestaciones contra el gobierno como en otros países.
Es más, el enemigo nos ha unificado y la población ha dado muestras de disciplina y solidaridad que no se veían desde los grandes sismos. Estamos en una crisis, pero las crisis pueden ser una bendición, como dijo Einstein, porque traen progresos y sin ellas la vida es una rutina. Para las personas y para los pueblos, la ley es la misma: quien supera la crisis se supera a sí mismo.