Además de mantener cercanía con los melómanos, la dirección universitaria ofrece un esquema de trabajo para intérpretes y compositores que no perciben ingresos por la emergencia sanitaria, explica José Wolffer
Sábado 16 de mayo de 2020, p. 2
La música es la primera trinchera cultural que se abrió en el mundo ante el confinamiento ocasionado por la pandemia de Covid-19, y es ahí donde se siguen gestando iniciativas innovadoras, de la mano de compositores e intérpretes.
Esa es la idea que inspira las líneas de trabajo de la Dirección de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las cuales se han enfocado a las redes sociales, no sólo para atender al público, sino para abrir una ventana a los creadores con el fin de que expongan sus obras y así ofrecer un esquema de trabajo a quienes no tienen en estos momentos sus ingresos habituales, explica José Wolffer, director general de aquella instancia.
Además de organizar trivias sobre temas de obras conocidas de música clásica, en la cual participan los músicos de la Orquesta Filarmónica de la UNAM (Ofunam), se han difundido testimonios de los músicos para que el público conozca cómo enfrentan esta circunstancia y qué hay de distinto para ellos, dado que están acostumbrados a trabajar a solas
, explicó Wolffer en entrevista con La Jornada.
Agrega que también se grabaron algunos tutoriales para que los músicos acerquen al auditorio a ciertas obras o para sugerir qué caminos recorrer para conocerlas.
Una de las iniciativas más innovadoras de la Dirección de Música de la UNAM es el Laboratorio Sonoro, que consiste en pedir a una creadora o creador que nos hable sobre su proceso, en qué esta trabajando, el tipo de herramientas que utiliza. Es una manera de meternos hasta la cocina de un taller sonoro, con una primera parte que es una explicación al internauta y una segunda que es la presentación de los conciertos, todo pensado para las redes
, detalla el funcionario.
Entre los compositores que han participado en el Laboratorio se encuentra Tania Rubio, “quien trabaja mucho con paisajes sonoros, con el sonido de la naturaleza; nos hizo una pieza en la que emplea sonidos de distintos pájaros y animales, e instrumentos prehispánicos a los que tuvo acceso gracias a un equipo de arqueólogos de Morelos.
También nos acompañó Arcángel Constantini, diseñador e inventor de máquinas que convierten imagen o luz en sonido, y este jueves tuvimos el concierto de Juan Felipe Waller, compositor mexicano que reside en Alemania, quien trabaja en piezas bastante particulares para arpa. Todo ello es una manera de invitar al público a introducirse en las manifestaciones sonoras actuales.
más adelante se ofrecerán otras posibilidades de empleo a músicos que en este momento no cuentan con su red habitual laboral.Foto cortesía de la Dirección de Música de la UNAM
Wolffer dijo que la respuesta del público ha sido muy positiva, incluso para quienes están más acostumbrados a los repertorios sinfónicos, como el que presentaba la Ofunam en el ciclo dedicado a Beethoven que se quedó inconcluso.
Ahora son muchos los melómanos que buscan los Laboratorios Sonoros con buen ánimo, curiosos, para ver de qué se trata, algunos se sorprenden para bien
.
El director de Música de la UNAM aseguró que más adelante se ofrecerán otras posibilidades de empleo a músicos que en este momento no cuentan con su red habitual laboral y que están en condiciones distintas, en el mejor de los casos, o precarias y complicadas
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Dos estrenos en El Aleph
El área a cargo de José Wolffer participará también en la edición digital del festival de arte y ciencia El Aleph (que arranca el 21 de mayo) con dos estrenos: Islas, de Diana Syrse, comisión encargada por Cultura UNAM al coro universitario Staccata, en la cual la autora plantea premisas que hablan del momento en el que estamos. Se transmitirá del 23 y 28 de mayo a las 14 horas.
El segundo estreno es PASAsinCALLE, a cargo de la Academia de Música Antigua de la UNAM, y Liminar (27 y 29 de mayo a las 21 horas), “proyecto pensado para ser un comentario acerca de los procesos virales.
“A partir del bajo del compositor barroco Frescobaldi, un ejecutante improvisa, graba con su celular y envía, como una estafeta virtual, al siguiente músico. Éste la escucha, graba su variación sobre el material recibido y la manda a su vez a otro compañero. El ciclo continúa hasta que cada participante ha generado un módulo, que corresponde al eslabón anterior en la cadena, pero a la vez es distinto y autónomo. Al final, los módulos son puestos a disposición de un invitado, que los ensambla según su preferencia, como si fueran Legos musicales. Es la viralización de una idea, transformada en música”, concluye el también director de orquesta y pianista.
Los Laboratorios Sonoros se pueden seguir en el canal de YouTube Música UNAM los martes a las 12 horas (video explicativo) y los jueves a las 21 horas (concierto). En las redes sociales de Cultura UNAM se puede seguir a partir del 21 de mayo el festival El Aleph.