Martes 12 de mayo de 2020, p. 10
La crisis económica generada por la contingencia sanitaria se estima que incrementará la pobreza por ingresos hasta en 10.7 millones de personas este año, por lo que alrededor de 70 millones de mexicanos estarían en esa condición –seis de cada 10 personas–, señala el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Hasta 2018, la población con ingreso inferior a la línea de pobreza ascendía a 48.8 por ciento, es decir, 61.1 millones de personas, en particular, en el rubro laboral, que es la carencia de trabajo remunerado; el organismo estimó un aumento de 37.3 por ciento a 45.8 por ciento en el segundo trimestre de 2020, el mayor desde 2005, aunque no proporcionó el dato de la cantidad de personas en esa situación.
En el documento La política social en el contexto de la pandemia por el Covid-19 en México, el organismo encargado de medir la pobreza y evaluar programas sociales señala que la pérdida de empleos traerá, además de la caída en los ingresos en los hogares, la falta de prestaciones laborales, como el acceso a seguridad social.
Detalla que los más afectados serán quienes pertenecen a la población más vulnerable y los residentes de las zonas urbanas. Sumado a ello, México enfrenta esta contingencia en condiciones de vulnerabilidad por los altos índices de diabetes y enfermedades cardiovasculares, además de que hay precariedad laboral y estancamiento económico, así como falta de acceso al agua y hacinamiento.
Además, esta situación la enfrentan con más desventajas las mujeres trabajadoras –tanto del sector formal como informal–, desempleados y las micro, pequeñas y medianas empresas, los jornaleros agrícolas y niños, cuyo aprendizaje se ve afectado por falta de acceso a las nuevas tecnologías.
Refiere que la falta de políticas públicas que atiendan a la población con ingreso medio puede aumentar el número de personas en situación de pobreza por ingreso. Ante este panorama, plantea que se deben ampliar y fortalecer las medidas de respuesta a partir de los programas prioritarios y mejorar su capacidad operativa.
Como medidas específicas, plantea el apoyo a pequeñas y medianas empresas, otorgar subsidios en el costo de los servicios básicos de vivienda, entregar despensas a familias beneficiarias de esos programas y la reactivación del programa de empleo temporal.