Con la fase 3 de la emergencia sanitaria por los contagios de Covid-19, gran parte de las taquerías de la Ciudad de México se vio obligada a cerrar, con la consecuente afectación económica a sus propietarios y empleados, aunque algunas otras decidieron mantener sus servicios para llevar, el cual no cumplen totalmente.

Dueños y encargados de negocios establecidos estimaron que sus ingresos han caído en más de 50 por ciento y han tenido que despedir a empleados, pero lo importante es sacar algo para irla pasando, porque no hay para cuándo mejore.

Comerciantes en vía pública coinciden en que las ventas están por los suelos, pero tenemos necesidad y nos arriesgamos a vender nuestros tacos, tortas, huaraches, jugos o licuados, solicitando a los clientes que se los coman en otro lado, pero no nos hacen caso.

En un recorrido por las colonias Industrial, Siete de Noviembre, Guadalupe Tepeyac, Tres Estrellas, Tepeyac Insurgentes, Gertrudis Sánchez, La Joya, Malinche y Cerro Prieto se constató el cierre de decenas de taquerías tradicionales.

La degustación de tacos de maciza, buche, ojo, tripa, suadero, longaniza, cuero, al pastor, de carnitas o los especiales de bistec, chuleta o costilla, sin embargo, continúa en negocios fijos como en puestos callejeros, aunque son pocos los que cumplen con las medidas de prevención.

En la calle Buen Tono, en la colonia Industrial, a pesar del letrero de que sólo hay venta para llevar, las personas, incluyendo elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, comieron tacos de mixiote a tres pasos del puesto.

Lo mismo sucedió en los puestos ambulantes ubicados en la colonia Siete de Noviembre, donde la gente disfrutó ahí mismo sus tacos de guisado, quesadillas, tlacoyos, tortas, jugos y licuados, sin problemas.

En las colonias Gertrudis Sánchez y La Malinche, en cambio, los propietarios de taquerías acordonaron a dos metros de distancia el trompo, de donde surten los pedidos de tacos al pastor, y cumplen con la venta sólo para llevar.