Lunes 11 de mayo de 2020, p. a12
Buenos Aires. Forzado a cancelar la gira internacional de lanzamiento de La conquista del espacio, el roquero argentino Fito Páez atraviesa la fase de distanciamiento social por el Covid-19 con un piano y una computadora, lo que necesita para crear.
La presentación de su disco de estudio número 24 iba a arrancar en Rosario, su ciudad natal, el 13 de marzo, en su cumpleaños 57, pero la pandemia obligó a suspender la gira que incluía Colombia, Paraguay, Uruguay, Perú, Chile, Brasil, Ecuador, México, Estados Unidos y España.
Desde su departamento en Buenos Aires, asegura que no le pesa la cuarentena que rige en Argentina desde el 20 de marzo, aunque añora la pulsión adrenalítica
de los conciertos en vivo.
Si se disponía a conquistar planetas con la rabia intacta
, tuvo que contentarse con transmitir conciertos desde su casa. El primero, el día en que inició el encierro, fue visto por 1.4 millones de personas, según su productora. La próxima presentación virtual será Páez para América, el 15 de mayo.
–El tema La conquista del espacio, que da nombre al disco, habla de la conquista de la libertad y del abrazo, de artistas que van por los pueblos llevando su música alrededor del Sol
, todo lo que la cuarentena impidió hacer. ¿Es un disco premonitorio?
–No lo sé, no me he dedicado a las ciencias ocultas (ríe). Cuando pasan estas cosas recuerdo el tema de Charly García Inconsciente colectivo, que contiene esta idea de lo que nos pasa a todos y que hay algo escondido atrás que está en el corazón de todos nosotros y que pega. Hay una frase de Chico Buarque muy linda, la cual dice: los ciegos y los artistas ven en la oscuridad
. Yo creo que las palabras van brotando y de alguna manera es lo que uno respira sobre la época.
–¿Son pantallazos de la etapa atravesada?
–La canción La conquista del espacio y otras como La canción de las Bestias o Todo se olvida o Maëlstrom contienen algunas ideas que hoy pueden ser releídas en clave Covid-19, pero por supuesto estaban lejos de acercarse a esa idea. Uno puede llegar a reflexionar sobre las palabras, acerca de cómo una palabra en un determinado contexto adquiere una gravedad o un peso específico más importante que en otros.
–¿Y el aislamiento?
–Yo paso gran parte de mi vida aislado, entonces para mí no es tanta la novedad. Por supuesto, nadie quiere estar obligado a quedarse en casa, pero paso mi vida en salas de ensayo, en esta habitación con el piano y con la máquina de escribir y la compu, escribiendo ya sea novelas, guiones, cuentos, canciones o música de películas. Todo eso es en soledad. Mi oficio, mi artesanía, es en soledad, lo construyo en soledad.
–La gira se canceló por la pandemia. ¿Qué va a pasar?
–Tuvimos que levantar todo, el día de mi cumpleaños que debutaba en Rosario, mi ciudad. No hay nada previsto aún. Intuyo que este año se va a detener toda la actividad que se realiza con grandes públicos. Así que va a haber que reprogramar todo. Teníamos una gira prevista por toda Latinoamérica, una viaje grande, por Estados Unidos, Europa.
–Acostumbrado a dar conciertos para multitudes, ¿qué aporta y qué falta en un concierto virtual?
–Yo necesito sentir una pulsión adrenalínica adentro de lo que estoy relatando, del cuento. Generalmente, tengo que estar involucrado allí, porque la música te exige una tarea del cuerpo.