n cada administración del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) se ha modificado el catálogo de casos urgentes (los que pueden reclamarse a cualquier hora en cualquier lugar del país ante los jueces federales) para estar más cerca de la ciudadanía. Cada sexenio tiene sus particularidades: la avalancha migratoria brasileña con Fox o la pandemia de H1N1 con Calderón, por ejemplo, fueron atendidos en su momento.
Hoy el coronavirus arroja retos novedosos. Mediante el acuerdo 8/2020, el CJF modifica el catálogo de casos urgentes. Todo problema legal es importante para quien lo padece, pero no pueden recibirse todos los juicios cuando es prioritario evitar las concentraciones de personas.
Antes que hacer catálogos limitantes, el CJF establece la necesidad del prudente arbitrio judicial. En estos momentos se comprende el alto papel desempeñado por quienes empiezan por decidir si una demanda es urgente: los Jueces federales son la justicia más a la mano de los ciudadanos.
Como parte de una acción conjunta, las acciones de política criminal y penitenciaria del ejecutivo se cristalizan en este acuerdo al establecer como urgente toda petición que implique la libertad del procesado o del reo. Aspectos que en otras circunstancias no serían urgentes, hoy se valoran ante el hecho conocido de que no todas las instancias gubernamentales están laborando por disposición sanitaria oficial. Además, se tomó en cuenta la Ley de Amnistía publicada hace poco.
También se tramita como urgente lo relativo a pensiones alimenticias y violencia intrafamiliar, así como el respeto de menores en la contingencia; antes no contemplado como urgente. Incluso se permite en el acuerdo la recepción de demandas directamente ante los juzgados y tribunales de guardia para su calificación de urgencia.
Además, aunque no hay actuaciones por la suspensión laboral, tal acuerdo establece la obligación de dictar sentencias que estaban pendientes al inicio de la suspensión de labores judiciales. Apenas iniciar actividades en juzgados y tribunales federales, el número de sentencias pendientes de dictarse será mínimo. Si bien algunos juzgados se encuentran al día, otros afrontan rezagos. Con este acuerdo quedarán solventadas tales diferencias.
El CJF trabaja para que la problemática sanitaria no obstaculice el acceso a la libertad de quienes tienen derecho a pedirla; trabaja para eliminar rezagos judiciales; trabaja para que se dé tramite urgente a muchos tipos de demanda que antes no tenían tal carácter. Además, se ha procurado respetar los derechos laborales de trabajadores judiciales y cuidar la salud de estos, con trabajo a distancia y límites en el tipo de personas que pueden acudir a los órganos judiciales (edad, salud, etc.).
Ante la pandemia, la judicatura federal ha respondido.