PAN, PRI y PRD insistieron ayer en que no aprobarán una reforma ala Ley de Presupuesto que dé manga ancha al Presidente para distribuir los recursos a su gusto, al negar que estén apostando al fracasodel actual gobierno. Si Andrés Manuel López Obrador está fracasando en su proyecto es por las decisiones que él ha adoptado, subrayaron.

La dirigencia del PRI señaló que sostendrá su oposición a la propuesta de modificación. Aun cuando se aplace la discusión del tema, con el argumento de la emergencia sanitaria, el tricolor se mantendrá firme en contra de que se intenten violar las reglas del sistema político mexicano.

Argumentó que la única razón por la que armamos un grupo opositor es el interés superior del país y el respeto a la Constitución, una de las primeras en el mundo en prever la separación de poderes.

Nuestro partido, añadió la dirigencia priísta, tiene la responsabilidad moral e histórica de cumplir la máxima del respeto a la división de poderes.

En tanto, Carlos Alberto Pérez Cuevas, consejero nacional del PAN, señaló que la reforma, además de invadir la esfera de competencia de los diputados, pretende dar manga ancha al Presidente para controlar el presupuesto según su criterio. Pero las cosas no son así y debe apegarse a la ley.

Recordó que el Ejecutivo puede reasignar 3 por ciento del presupuesto y si supera esa cifra, debe enviar el proyecto a la Cámara de Diputadps para que resuelva.

Luego de que López Obrador declaró que la oposición apuesta al fracaso de su gestión y se niega a aprobar sus propuestas porque ya están pensando en el proceso electoral federal que se inicia en septiembre, el ex coordinador parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados señaló que si la gestión del tabasqueño está fracasando es por las decisiones que él ha tomado, como la cancelación del aeropuerto de Texcoco.

Por su lado, Humberto Zazueta, de la dirigencia histórica del PRD, expuso que su partido no apuesta a que le vaya mal a López Obrador, pues ello implicaría que a México también le vaya mal.

Subrayó que el mandatario tiene facultades para hacer reasignaciones presupuestales y no necesita una modificación constitucional para ello.