Domingo 3 de mayo de 2020, p. 25
Estudiantes de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) empezaron una campaña para exigir cambios a la Ley Federal del Trabajo y obligar a las empresas subcontratantes –outsourcing– poner por encima de sus ganancias los derechos de los trabajadores, sobre todo por el Covid-19.
Con esa consigna buscan prevenir muertes como la de su compañero de la carrera de Periodismo y Cultura, Rodolfo Huvy Cruz Juárez, quien era empleado de un call center del departamento de cobranzas en Elektra y que se vio en la necesidad de trabajar doble turno, aun cuando ya tenía síntomas de coronavirus y no contó con las medidas sanitarias y de sana distancia en ese lugar, según testimonios de familiares y compañeros.
El estudiante de 32 años falleció el pasado 27 de abril en el Hospital Juárez y había sido contratado por la empresa Staff E&I, la cual ha cambiado de razón social cuatro veces en dos años.
Los alumnos dijeron que estas compañías son utilizadas por los grandes corporativos y así deslindarse de la responsabilidad en torno a las condiciones de trabajo de los empleados.
Lo más importante es que podamos hacer una investigación que incida en la política pública y en una reforma laboral para impedir a estas empresas cambiar de razón social cada dos meses, porque ese es el meollo del asunto: salen a lavarles la cara a empresas como Grupo Salinas, propietaria de Elektra, donde Rodolfo realmente prestaba sus servicios.
Señalaron que él era el sostén de su familia: padres, hermanas, además de que su pareja está embarazada. La primera exigencia es que haya una indemnización y los gobiernos federal y de la Ciudad de México sancionen a la empresa.
Tras denunciar en redes sociales las condiciones de trabajo de Rodolfo, los universitarios iniciaron una campaña con las etiquetas #NuestrasVidasSon MásImportanteQueSusGanancias y #TodosSomosHuvy.
El 11 de abril Rodolfo comenzó a sentirse mal, incluso comentó a maestros y compañeros que sospechaba haberse contagiado de Covid-19, pues tenía los síntomas.
Por esta razón acudió en varias ocasiones a su clínica del Seguro Social, donde le dijeron que tenía una infección en vías urinarias y lo enviaron a su casa.
Sin recibir atención médica adecuada tuvo que laborar en el edificio de la calle Rascarrabias, colonia Vértiz, en grupos de trabajo de al menos 35 personas sin sana distancia y donde el servicio médico de la empresa confirmó el diagnóstico del IMSS.
Como su salud no mejoraba, fue a ver a un doctor particular, quien le dijo que acudiera de inmediato al Hospital Juárez, donde fue intubado el mismo día que lo internaron y en el que falleció una semana después.
Rodolfo es recordado por sus profesores y compañeros como un joven atlético, que gustaba del ejercicio, buen estudiante y comprometido con causas sociales como la presentación de los 43 normalistas de Ayotzinapa.