Las instituciones financieras no bancarias están asfixiadas ante la parálisis provocada por el Covid-19, así lo dijo Enrique Bojórquez, presidente de la Asociación Mexicana de Entidades Financieras Especializadas (AMFE), quien advirtió que la morosidad en el sector ha pasado en unas semanas de 3 a 10 por ciento y se disparará hasta 30 por ciento si no hay apoyos gubernamentales.

En entrevista, el representante de alrededor de 40 entidades financieras que tienen colocados alrededor de 400 mil millones de pesos en crédito, señaló que ante la inacción del gobierno federal el sector financiero ya entró en fase crítica, dado que además del impago, la colocación de nuevo financiamiento tendrá un desplome hasta de 25 por ciento.

Hay mucho miedo, estamos en una fase bastante crítica, el sistema financiero ya entró en fase tres. Es imprescindible tomar medidas para sanar el sector y no dejar que la economía caiga tan fuerte, se deben tomar acciones, pero como van las cosas, lo dudamos, señaló.

Para dimensionar el impacto en las financieras de la AMFE, una morosidad de 30 por ciento significa el impago de alrededor de 120 mil millones de pesos de los 400 mil millones que tienen colocados hasta el momento.

Para el presidente de la AMFE, urge que el gobierno lance una serie de apoyos para pequeñas y medianas empresas, dado que los anuncios que hasta ahora ha hecho, como los créditos de 25 mil pesos que van dirigidos a empresas muy micro, que en la mayoría de los casos, ni siquiera son acreditadas de instituciones financieras.

Al no apoyar el gobierno a nuestros clientes, estamos quedando desprotegidos. Seguimos esperando medidas, pero cada anuncio es una nueva decepción, indicó.

Desde su punto de vista, la única buena acción del gobierno federal ha sido la de acelerar la devolución a las empresas del impuesto al valor agregado (IVA).

Respecto a las 10 medidas para reforzar el sistema financiero, anunciadas la semana pasada por el Banco de México, Bojórquez indicó que no es un beneficio directo, pero espera llegue alguno de rebote, dado que al darle mayor liquidez a la banca de desarrollo, ésta podría canalizarlo a entidades no bancarias.

Esperamos ser beneficiados de rebote por la banca de desarrollo, pero ahorita entidades como Nafin están más ocupadas en cómo dispersar los créditos de 25 mil pesos.

Por otro lado, el presidente de la AMFE acusó que en estados como Sonora y Yucatán las autoridades han cerrado sucursales de sus agremiados, argumentando que sólo los bancos desempeñan actividades esenciales para el país, y no otras entidades financieras.