Derivado de la emergencia sanitaria, la delincuencia organizada va a brincar al trabajo en línea, circunstancia que propiciará un efecto importante sobre todo en temas de defraudación electrónica, expuso el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Santiago Nieto.

El funcionario refirió el aumento de fraudes financieros por impostores vía Internet, por suplantación o por venta de productos o inversiones que en realidad no existen.

Está sucediendo que mucha gente está en redes sociales e Internet, está promocionando productos, está promocionando inversiones, señalando que ya tienen la cura, por ejemplo, una vacuna para el Covid-19 y la gente en varias partes del mundo ha caído en estos elementos, finalmente invirtiendo, pagando dinero, depositando, haciendo transferencias, para cuentas que resultan ser falsas.

A este delito se suma la adulteración y la falsificación de medicamentos. También un tema relacionado con venta de insumos que no cumplen con los criterios específicos que necesita el sector salud, y se ha multiplicado la cantidad de personas que empiezan a producir algún tipo de producto, aunque no tengan las condiciones técnicas para hacerlo. Y eso va desde mascarillas hasta gel antibacterial. Esto genera un tema también vinculado con corrupción privada y corrupción pública, apuntó.

También se incrementó el uso de casas de empeño, prestamistas y medios de financiamiento informal, “cuando la gente empieza a desesperarse y entonces empieza a empeñar al no tener recursos o acceso a financiamiento de forma directa o de manera formal en el sistema financiero, empiezan a acudir a empeñistas y prestamistas.”

En medio esto, el desempleo puede generar mayor incremento de reclutamiento de personas por parte de la delincuencia organizada. Mientras que las activiades ilícitas también se extienden a las organizaciones sin fines de lucro, que puedan ser reales, pero que se esté haciendo un mal uso de ellas para lavar dinero en estos momentos de contingencia. Por ejemplo, buscan una organización no gubernamental o una organización de la sociedad civil, y se le hace un pago por 100 millones de pesos con el objeto de apoyar, en teoría, a la pandemia y después son retirados 95 por ciento de los recursos y le dejan a la organización una cantidad mínima.

Y aparte, también alertó por la proliferación de suplantación de identidad y la pornografía infantil.