El Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) reconocieron los programas de apoyo económico del gobierno de México, aunque plantearon que los amplíe y prevea una reforma fiscal que permita enfrentar, a partir de 2022, los efectos de la pandemia por coronavirus, e incluso señalaron que el país tendrá que endeudarse.

En vez de entramparse en la discusión de la deuda como tal, que aumentará, la discusión es qué tene-mos que hacer para proteger empleos, cuánto nos va a costar y cómo lo pagamos, indicó Tomás Bermúdez, representante en México del BID, en el foro virtual La economía en tiempos del Covid-19, convocado por la Cámara de Diputados.

En el mismo encuentro, vía Internet, Pablo Saavedra, director para México del BM, indicó que el país tiene espacio fiscal para destinar uno o dos puntos más del PIB a apoyar la economía y que esa institución ha hecho un análisis y cree posible que la reforma fiscal permitiría pagar la deuda temporal.

A su vez, Hugo Eduardo Beteta llamó a actuar con cautela, porque no cualquier política contra el ciclo económico sirve y consideró que en un mundo con volatilidad debemos tener la mirada en cómo se distribuyen los costos para que no se afecte la resiliencia de hogares y estados.

Alertó que en América Latina se ha visto cómo las crisis “se tradujeron en reducción de impuestos, aumento de deuda de estados y de la masa salarial, así como fuertes incrementos a los retornos al capital.

Hay que proceder con enorme cuidado y evitar que se privaticen los beneficios y se socialicen los costos. La carrera de anuncios calma los mercados, pero tiene la desventaja de equivocarse. Las crisis han socializado muchos costos, indicó.

El fortalecimiento del sector salud requeriría 16 mil millones y, en contraste, una condonación de cuotas al IMSS tendría un impacto de 168 mil millones de pesos, dijo.

Saavedra añadió que en este momento en que el sector informal y formal requieren liquidez y apoyo, lo más práctico son los programas sociales. Las Tandas para el Bienestar, dijo, pueden ser efectivas para el sector informal, pero el gobierno no se puede detener sólo en medidas de alivio, sino también pensar en una reforma fiscal progresiva, que no genere más impuestos a los pobres ni daño a la competitividad. En el BM hemos hecho un análisis y creemos que es posible, señaló.