Martes 21 de abril de 2020, p. 2
Bruselas. Al menos una de las víctimas de la pandemia del coronavirus no será extrañada. La influenza, que cada año mata a cientos de miles de personas en el mundo, casi desapareció en Europa el mes pasado, cuando los confinamientos por el coronavirus ralentizaron la transmisión, según datos y científicos de la Unión Europea (UE).
El brote de gripe invernal del hemisferio norte se extiende de forma normal desde octubre hasta mediados de mayo y en algunas temporadas ha cobrado vidas con la magnitud del Covid-19, a pesar de que hay una vacuna. Mató a 152 mil personas en Europa en el invierno 2017-18. Hasta ahora, el coronavirus se ha llevado casi 100 mil vidas en el continente, pero en un periodo más corto.
La temporada de gripe terminó antes de lo habitual este año y probablemente se deba a las medidas por el SARS-CoV-2, como el distanciamiento social y el uso de mascarillas
, explicó Holger Rabenau, virólogo del Hospital de la Universidad de Fráncfort, en referencia al nombre científico del nuevo coronavirus.
Si bien la noticia es buena, la escasez de casos podría retrasar los avances para una vacuna contra la gripe de la próxima temporada.
Los laboratorios se han visto abrumados con el Covid-19 y han tenido menos muestras de gripe, lo que significa que es posible que no tengan la imagen completa del virus que circuló en la última parte de la temporada
, destacó Pasi Penttinen, experto en gripe del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades.