19 de abril de 2020
• Número 151
• Suplemento Informativo de La Jornada
• Directora General: Carmen Lira Saade
• Director Fundador: Carlos Payán Velver
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Ley de Maíz Nativo
Gerardo Suárez
La Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo, ya vigente, luego de su publicación en el Diario Oficial de la Federación, es un gran paso en la defensa de este cultivo y de los campesinos que lo han producido durante milenios.
El doctor Alejandro Espinosa, encargado del Despacho de la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (CIBIOGEM) refiere que “esta ley no tiene comparación ni precedentes en nuestro país, porque establece medidas para proteger a las variedades nativas de maíz en México, y es una ley federal que privilegia la alimentación.”
Sin embargo, aun hay mucho que hacer, porque una de las principales amenazas a las más de 60 variedades de maíces criollos es la siembra experimental y comercial de maíces transgénicos.
El investigador detalla que, en el Artículo cuarto de la LFFPMN “se reconoce a la protección del maíz nativo en diversificación constante, y en todo lo relativo a su producción, comercialización y consumo, como una obligación del Estado para garantizar el derecho humano a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. Establecida en el tercer párrafo del artículo cuarto de la constitución.”
Esto quiere decir, que “el Estado deberá garantizar y fomentar, a través de todas las autoridades competentes, que todas las personas tengan acceso efectivo al consumo informado de maíz nativo y en diversificación constante, así como de sus productos derivados en condiciones libres de OGM.”
Alejandro Espinosa plantea que este último señalamiento “está indicando de manera contundente que queremos los granos de las variedades nativas, pero no queremos a los OGM, esto es elocuente, y evidencia que los mexicanos deberemos, con esta ley, preservar a nuestros materiales nativos libres de OGM.”
Declarar al país libre de OGM
Aunque la LFFPMN no tiene un carácter restrictivo ni cuenta con un apartado de sanciones para quienes no cumplan con los postulados de esta Ley, da elementos que contribuyen a avanzar hacia una legitima protección de las variedades de maíz nativas y en diversificación constante, pero es necesario que haya mayor certidumbre sobre la prohibición de la siembra en México de variedades de maíces transgénicos parta evitar su contaminación.
Sobre esto, la Ley de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados establece en su “Artículo 90.- Se podrán establecer zonas libres de OGMs para la protección de productos agrícolas orgánicos y otros de interés de la comunidad solicitante…” Sin embargo, desde 2014 en que fue promulgada esta Ley no se han establecido estas zonas libres de OGM.
Alejandro Espinosa señala que “el tema de la determinación de las zonas libres de OGM, es un debate y una polémica que está en proceso de resolverse.”
Detalla que “este proceso de declaración de zonas libres de transgénicos se está debatiendo y se está analizando y delimitando, y en los siguientes meses quedará definido por la SADER, CIBIOGEM, SEMARNAT, CONABIO, CONACYT,” que son las dependencias responsables de esta dictaminación.
Subraya que es necesario “definir con claridad que debe haber zonas libres de transgénicos y que tienen que estar acotadas por diferentes elementos.”
El investigado abunda que la nueva Ley Federal de Fomento y Protección del Maíz Nativo, abona a este proceso de determinación de zonas libres de OGM, “porque privilegia que no haya maíces nativos que estén contaminados con OGM. Esto quiere decir que el país entero debe ser declarado un país libre de transgénicos, al menos en lo que se refiere a maíz, a frijol, a calabaza y otros cultivos de los cuales México es centro de origen y diversificación.”
Reitera que “esto debe quedar muy claro. Este gobierno tiene bien definido y ha señalado en repetidas ocasiones un no a los transgénicos en México.”
El encargado del Despacho de la Secretaría Ejecutiva de la CIBIOGEM remarca que “la declaratoria de zona libre de OGM debe ser todo el territorio nacional para maíz” y debe quedar resuelto el tema en esta año 2020.
Recuerda que “lo que se pretendió hacer en los gobiernos anteriores fue declarar zonas libres de transgénicos y separar algunas regiones donde se pudiera sembrar y donde no los transgénicos; eso es una verdadera contradicción, porque incluso llegaron a proponer que en el norte del país se sembraran transgénicos y en el sur no.
Lamenta que “los pasados gobiernos hicieron todo lo posible porque pudieran sembrarse variedades transgénicas de maíz en el país, y “le buscaron a la Ley de bioseguridad de los OGM y con la complacencia de lagunas de las instituciones mexicanas que estaban a favor de la liberación de los maíces transgénicos. La propia SAGARPA, ahora SADER, litigaba a favor de la autorización de los transgénicos, y ahora es muy claro el no a los transgénicos por parte del gobierno, y las instituciones están para privilegiar la bioseguridad con respecto a los OGM en México.”
“El territorio es único, es una nación soberanía y el maíz tiene como centro de origen todos los ámbitos de la geografía del territorio nacional”, asevera el funcionario.
En este país se deben privilegiar los cultivos como el maíz, frijol, calabaza, las variedades de chile originarias de estas tierras. Siempre se intentó la autorización de los transgénicos, pero los tiempos han cambiado y, quizá, tengamos algunos obstáculos para proteger al país de los transgénicos, pero se está haciendo, concluye el investigador Alejandro Espinosa. •
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