Domingo 19 de abril de 2020, p. 26
Ante la desconfianza de la gente que cerró las puertas de su casa para evitar contagios por coronavirus, Víctor Calzada dejó de trabajar en la plomería y de hacer muros con tablarroca, oficios que aprendió de su padre.
Agobiado por la falta de ingresos para solventar los gastos de su familia, desde hace dos semanas aceptó un ofrecimiento para ser trabajador de limpieza en un edificio de departamentos en la avenida Cuauhtémoc, colonia Letrán Valle, alcaldía Benito Juárez.
Ahorita la gente no quiere que se meta uno a sus casas, no quiere nada hasta que todo esto pase; entonces me quedé sin trabajo
. Recuerda que los contratos que tenía bajo palabra fueron cancelados en marzo pasado, cuando comenzó la fase 2 de la emergencia sanitaria.
Ahora tiene jornadas de 14 horas diarias, de siete de la mañana a nueve de la noche, con una hora para comer, y un día de descanso a la semana, por lo que ya recibió su primera quincena de 3 mil 800 pesos.
Ataviado con uniforme verde y un chaleco reflejante color naranja y un cubrebocas blanco, dice resignado: No queda de otra
; sin embargo, espera que en cuanto alguno de sus clientes lo llame para hacer alguna pared, remodelar o ampliar espacios en su casa, dejará la limpieza sin importar que pierda el Seguro Social
.
Para ahorrar, lleva comida de la casa de sus padres, en la colonia Santa María Nonoalco, en Álvaro Obregón, además de que camina unos 50 minutos para no gastar en pasajes, pues comentó que ahora tiene que cooperar con su familia para enviar dinero a un hermano que está encerrado en Estados Unidos por la pandemia.
Estamos al revés: en lugar de que nos mande dinero ahora nosotros se lo enviamos de aquí para allá porque tampoco puede salir y buscar trabajo
.