La ausencia de autoridad en la alcaldía Tláhuac y las medidas de prevención para evitar la propagación del Covid-19 han generado severos conflictos vecinales, donde la principal disputa es la distribución de agua potable ante la escasez que se padece, denunciaron vecinos de diferente colonias.

En esa jurisdicción las familias aprendieron a la fuerza a cuidar, reciclar y tratar el agua potable, porque no se puede desperdiciar. Por años han tenido que vivir con menos de mil litros por casa, pese a que en muchas el número de integrantes supera 15 personas.

Aseguran que pese a su fe no hay ni Sábado de Gloria; sin embargo, han sido sometidos a intereses de grupos políticos o económicos que lucran con su necesidad.

Habitantes de Zapotitlán, la Conchita, Santa Cecilia y Ampliación Selene señalaron que a pocos días de que se alertó sobre la propagación del coronavirus en la Ciudad de México, un grupo de habitantes avisó que si querían agua para soportar la pandemia había que salir a bloquear avenidas.

La falta de agua es dura y aunque hemos aprendido a vivir con poca, no tener nada es más difícil. Uno sale, pero no se vale que se negocie sólo con un grupo de vecinos, se debe dar parejo.

A pesar de que han avisado a las autoridades de la alcaldía encabezada por Raymundo Martínez Vite, al señor no se le ve atendiendo el problema y de plano mejor tuvo que entrar el gobierno central, pero todo a base de presión, aseguran.

Los problemas han ido creciendo, que nadie se sorprenda que vuelva pasar lo de ayer en la colonia La Estación, que saquen armas para apoderarse de las pipas.

Reconocieron que hay grupos que intentan encabezar los movimientos para exigir agua, porque delegados y alcaldes no han salido a enfrentar el problema.

Sabemos que hay vecinos que presionan y así han trabajado. Se ve en las mesas de diálogo, donde se les ha preguntado por qué un grupo de personas debe gestionar el agua para otras colonias y no los afectados directos.

Por eso pidieron a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, estar atenta a la situación que prevalece en la demarcación para evitar el control que se realiza en este momento ante la necesidad de medidas de higiene.