La mezcla mexicana de exportación cerró la semana con un retroceso de 2.19 dólares –13.2 por ciento–, al ubicarse ayer en 14.35 dólares el barril, de acuerdo con el precio reportado por Petróleos Mexicanos (Pemex).

El balance semanal es negativo, pese a la entrada en vigor del acuerdo histórico entre grandes productores, incluido México, para disminuir la oferta de crudo en un mercado sobreabastecido que ha llevado a pique los precios del hidrocarburo.

La demanda ha disminuido 30 por ciento a partir de la pandemia de Covid-19, surgida a finales de 2019 en China, lo que ha provocado una paralización de la actividad económica internacional.

Si bien el barril del crudo mexicano ganó 18 centavos en la sesión de este viernes, aún se encuentra más de 70 por ciento por abajo del precio fijado en el Presupuesto de la Federación para este año, que es de 49 dólares.

En Nueva York, la cotización del referencial West Texas Intermediate (WTI) cayó nuevamente el viernes 8.1 por ciento a su nivel más bajo desde enero de 2002, en 18.27 dólares, en momentos en que se hace difícil incluso para Estados Unidos almacenar el crudo.

En la semana el WTI bajó 20 por ciento, mientras el Brent cedió 10 por ciento.

Después de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y un grupo de productores asociados pactó una reducción de 9.7 millones de barriles por día (mbd), casi 10 por ciento de la demanda global, el jueves el cártel echó leña al fuego al advertir de un hundimiento histórico de la demanda mundial de crudo en 2020 debido a la paralización por la pandemia, lo que, dijo, provocará un shock extremo y brutal de magnitud internacional en el mercado petrolero.

De acuerdo con sus previsiones mensuales divulgadas el jueves pasado, la OPEP calcula que el consumo mundial de crudo este año será de 92.82 mbd, lo cual representa una reducción de 6.85 mbd respecto de 2019.

La Agencia Internacional de Energía (AIE), con sede en París, ya había pronosticado el miércoles una caída histórica de la demanda de crudo, al calcular un consumo mundial de 90.6 mbd durante este año.

Será el primer descenso del consumo global anual de petróleo desde 2009 y la crisis financiera.