Gobernadores chantajistas// Vocingleros e ineficientes
l numerito se repite, aunque mermado, como en la canción de los perritos: si siete meses atrás 11 eran los gobernadores quejosos
(todos de Acción Nacional), a estas alturas sólo quedan cuatro (un blanquiazul, otro priísta, uno de MC y el independiente
) que reclaman por el maltrato
y abuso
de la Federación a la hora del reparto presupuestal, por lo que exigen
más dinero por ser, dicen, las entidades que más producen
. De lo contrario, chantajean, abandonarán el pacto de coordinación fiscal.
En septiembre pasado 11 mandatarios estatales (agrupados en lo que denominaron Asociación de Gobernadores de Acción Nacional) amenazaban con lo mismo, porque, según ellos, en el presupuesto de egresos 2020 los diputados recortaron el monto de las participaciones y aportaciones federales que (según decían) les correspondía a cada una de las entidades por ellas representadas. Algo sucedió, porque ahorita están calladitos.
A estas alturas, de esos 11 sólo uno (Francisco García Cabeza de Vaca, Tamaulipas) mantiene la pataleta, a la que se han sumado tres mandatarios (Enrique Alfaro, Jalisco, quien ya no sabe qué inventar en su intento por tapar la enorme cantidad de estupideces que comete; Jaime Rodríguez, Nuevo León, y Miguel Ángel Riquelme, Coahuila) –por cierto, ninguno de ellos es sinónimo de eficiencia– que exigen
más dinero, so pena de abandonar el pacto de coordinación fiscal.
Bien, pero como pasó en septiembre de 2019, los hoy quejosos (todos de la mano de la cúpula empresarial) no han explicado a sus gobernados de dónde obtendrían los recursos que ya no percibirían si dejan el pacto de coordinación fiscal, porque internamente ni con un milagro, pues los mandatarios estatales nada han hecho para aumentar la captación estatal (realidad que se repite a lo largo y ancho de la República) y se han limitado a permanecer pegados a la ubre federal para su alimentación.
El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas documenta de qué se trata. Jalisco, por ejemplo, de la Federación obtiene 89 por ciento de sus ingresos, mientras apenas el 11 por ciento restante lo capta de los impuestos estatales que cobra el gobierno local y de otros renglones de la actividad económica local (7 y 4 por ciento, respectivamente). A lo largo de las décadas, los mandataros de esta entidad nada hicieron para elevar la captación local, y el gritón Enrique Alfaro no es la excepción. Sólo chilla y estira la mano, por mucho que –lágrimas de cocodrilo– diga que “ya estuvo bueno del maltrato –fiscal– que se nos da a los estados”.
El caso de Nuevo León es similar: 58 por ciento de los ingresos estatales provienen de la Federación (aportaciones y participaciones); sólo 8 por ciento (8 centavos de cada peso) corresponde al cobro de impuestos locales y el 34 por ciento restante a otro tipo de entradas por diversas actividades económicas. Y el autodenominado Bronco –productor serial de sandeces– no ha hecho nada en absoluto para incrementar la captación local. Lo mismo pasa con Tamaulipas (gran productor, sí, pero de muertos): 87 centavos de cada peso que obtiene provienen de la Federación; apenas 6 por ciento de su ingreso total lo capta por el cobro de impuestos locales y el 7 por ciento restante por otras entradas por diversas actividades económicas. En este sentido, como en tantos otros, el gobernador Cabeza de Vaca no brilla por su inteligencia; simplemente se aferra a la ubre federal.
Ese es el balance, el mismo de aquellos gobernadores panistas que en septiembre de 2019, a golpe de propaganda, amenazaron con abandonar
el pacto de coordinación fiscal. Hoy, todos ellos están alineados y con la mano estirada, porque ninguno ha hecho el menor esfuerzo para incrementar la captación local.
Las rebanadas del pastel
Es la historia de siempre: gobernadores ineficientes de todos colores y sabores, pero. ¿qué tal a la hora de intentar sacar raja política? Histéricos y chantajistas.