Al principio la Federación Mexicana de Futbol (FMF) nos menospreció, nos etiquetó de liga patito, pero ahora ven que estamos organizados y bien encaminados, señala el empresario Antonio García Rojas, dueño del Club Ensenada y uno de los precursores de la naciente Liga de Balompié Mexicano (LBM).

Con 30 años en el futbol con equipos como Académicos Atlas, Mexicali y Atlante UTN, y tras haber recibido varios portazos de la FMF, García Rojas asegura que el naciente circuito tiene a su disposición gran talento que ha sido ignorado. “Hay muchos técnicos y jugadores de calidad que están varados y con buena edad para seguir activos.

“Algunos se han acercado a pesar del comunicado que sacó Enrique Bonilla (titular de la Liga Mx) la semana pasada –no sabemos si fue oficial o sólo rumor en redes sociales–, pero decía que todo jugador, técnico o patrocinador que tenga que ver con la LBM será vetado… Sí tuvo un impacto, pero aun así estamos avanzando”, indica.

El empresario minero manifiesta que su pasión por el futbol es añeja e incluso ha dirigido en tercera división. En 2009 compré al Atlante UTN para traerlo a Ensenada, había 27 franquicias y en el escritorio de un plumazo eliminaron a 13, Bonilla hizo una restructura y ya no nos dieron oportunidad. Así fue como desde hace 10 años empezó a pensar en la posibilidad de una liga independiente de la FMF.

La pandemia del coronavirus no sólo ha retrasado las visorias, sino que también lo hizo perder a su técnico, el montenegrino Dusan Dráskovic, de 80 años, naturalizado ecuatoriano y quien se encuentra en cuarentena en Guayaquil, pues no quiere exponerse al contagio y decidió no salir, por lo que el club Ensenada ya tiene una baraja de tres candidatos para suplirlo.

Estamos analizando el papeleo de los clubes, ya son 20 los certificados, tenemos una agencia especializada en antilavado de dinero. Al inicio muchos levantaron la mano, y cuando se les advirtió que iban a ser investigados y debían firmar un contrato de confidencialidad, entonces varios hasta ahí llegaron.