a pandemia Covid-19 está colocando a México y el mundo en un escenario de recesión económica cuyos alcances – siendo difíciles de predecir – por lo pronto ya han modificado radicalmente las proyecciones para 2020.

El crecimiento económico (PIB) de México en este año ha sido actualizado en decrecimiento por la Secretaría de Hacienda en -1.9% (rango -3.9-0.1), y por los analistas del sector privado en -4.0% (Gráfico 1). Con la incertidumbre del caso, otras estimaciones se ajustarán a la baja este mes.

Todavía en febrero los analistas privados mantenían una expectativa de crecimiento cercana al 1.0% para 2020, de donde bajaron abruptamente al -4.0% de marzo (G-2a). La estimación para 2021 se mantiene con una mejoría mínima en 1.9%.

Por el contrario, el pronosticado déficit en la balanza comercial externa que todavía en febrero ubicaban en -4 mil 305 millones de dólares, en marzo se convierte en un superávit de 1 mil 127 millones (G-2b).

Y el déficit en Cuenta Corriente para este año se reduce de un estimado de -12 mil 899 millones de dólares en febrero a -7 mil 517 mdd en marzo (G-2-c).

La inflación estimada para 2020 por los analistas sube ligeramente a 3.75% (G-2-d), mientras que Hacienda la ubica en 3.5%

El tipo de cambio peso-dólar – cuyas variaciones sensibles se originan en corridas especulativas y "explicaciones" pueriles y no en causas económicas – los analistas lo ubican en 22.27 al cierre del año (G-2e), y Hacienda en 22.90 pesos por dólar.

El número de trabajadores asegurados en el IMSS, indicador aproximado del empleo formal, los analistas lo estimaban todavía en febrero en 430 mil, y ahora se desploma en marzo a una reducción de -174 mil, pésimo augurio del impacto de la crisis en el empleo y la economía familiar.

El PIB estadunidense –referencia obligada en las proyecciones de nuestra economía – hasta febrero se pronosticaba crecería 1.9% este año, pero en marzo pasó a un decrecimiento de -1.27% (G-2f), contracción con impactos severos para México.

La percepción de los analistas sobre el clima de negocios en los próximos seis meses no deja dudas sobre la visión privada de la economía: 3% dice que mejorará, 3% que permanecerá igual, y 94% que empeorará (Gráfico 3). Ninguno considera que es un buen momento para invertir y 97% opina que es un mal momento.

El indicador de confianza del consumidor que en marzo de 2019 llegó a 46.34 puntos, en este marzo bajó a 42.06 (Gráfico 4).

Como si el cuadro 2020 no fuera suficientemente dramático – a pesar del atinado manejo de la crisis clínica por el gobierno – hoy se suman como mala plaga los especuladores, el desplome del petróleo, la fuga de capitales, las (des) calificadoras gringas, la contra mexicana, y el rijoso de la casa blanca. Cuando los tiempos son malos se potencian los canallas.).

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