Con un gremio de 290 micro, pequeñas y medianas empresas, todas de calidad turística, con una oferta de más de 35 mil cuartos y más de 42 mil trabajadores de planta, la Asociación de Hoteles de la Ciudad de México estima en alrededor de 2 mil 500 millones de pesos –a razón de entre 70 y 75 millones de pesos diarios– las pérdidas económicas del sector del 20 de marzo a la fecha, afirmó su presidente, Rafael García González.

En la segunda quincena de abril y hasta el 15 de mayo la situación podría empeorar, ya que de 60 por ciento de ocupación que se tenía a principios de marzo, ésta ha disminuido considerablemente y el panorama podría seguir igual o peor, porque hay muchos cuartos que no se han podido colocar porque la gente, los turistas, no ha venido ni vendrán. Ahorita, 3 o 4 por ciento de ocupación que tenemos es un reflejo de una crisis fuerte para el sector hotelero, indicó.

La mayor parte de los empleos de planta en el sector corresponden a puestos de directores, meseros, garroteros, recepcionistas, ventas, contabilidad, mientras los empleos indirectos que genera el sector se calculan en 160 mil, añadió.

Mientras lo relacionado con salud, farmacias, vitaminas y demás va en aumento, todo lo vinculado a la actividad turística y los restaurantes va a menos, dijo García González al ser entrevistado, y explicó que la mayor parte de los hoteles son micro, pequeñas y medianas empresas.

Muchas de éstas son hoteles familiares o de asociados que tienen un hotel con 60 a 80 cuartos y 20 a 30 empleados, quienes se enfrentan al pago de la nómina, de impuestos y servicios y a mantenimiento, donde también nos vamos a ver muy afectados.

García González señaló que la asociación se mantiene en diálogo con los secretarios de Turismo local y federal, y de Economía capitalino, del cual hemos tenido buena respuesta, pues las autoridades están analizando la manera de apoyarnos como empresas del sector más golpeado: el de turismo.

Indicó que algunas alternativas que proponen son: cualquier tipo de ayuda que las autoridades consideren que es factible proporcionarles en materia de pago de impuestos, ya sea para diferir, deducir o condonar el impuesto sobre la nómina y el impuesto de hotel a nivel local, así como analizar apoyos en los servicios de energía eléctrica y agua, y en el caso federal, la devolución de los impuestos sobre la renta y al valor agregado.