Washington. La cifra de muertes provocadas por el coronavirus en Estados Unidos llegó a 20 mil 506 de 527 mil 111 casos, lo que superó a Italia, que registra 19 mil 468 de 152 mil 271 contagiados, de acuerdo con el recuento de la Universidad Johns Hopkins.

En los días recientes, los decesos han disminuido gradualmente en Italia mientras aumenta rápidamente en Estados Unidos, con picos que rebasan 2 mil muertos en un periodo de 24 horas. De viernes para sábado se registraron mil 920 fallecimientos en la nación norteamericana, lo que reflejó un eleve retroceso.

Las cifras de la universidad se basan en datos proporcionados por las autoridades de salud de todo el mundo, como la Organización Mundial de la Salud o los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Se cree que las cifras reales de muertes y contagios en el orbe son mucho mayores debido a las deficiencias de las pruebas clínicas, las diferentes maneras de contar y, en algunos casos, los encubrimientos de algunos gobiernos.

El diario The Washington Post informó que una Italia mucho más pequeña ha perdido más personas por el virus: aproximadamente 31 de cada 100 mil. Si la tasa de mortalidad por la pandemia en Estados Unidos coincidiera con la de la península, más de 100 mil morirían.

Datos oficiales del gobierno estadunidense apuntan a que más de 6 mil 300 personas fueron expulsadas hacia México desde el 21 de marzo, cuando se aprobaron los poderes de emergencia a nivel federal para frenar el contagio del coronavirus. En cambio, los cruces fronterizos sin documentos migratorios disminuyó, según las autoridades.

Ante esta crisis, el presidente Donald Trump aprobó la declaración de desastre para el estado de Wyoming, con lo que por primera vez en la historia del país todas las provincias están en situación de declaración de desastre simultáneamente.

Los 50 estados, que incluyen a las islas Vírgenes, las Marianas del Norte, el distrito de Columbia, Guam y Puerto Rico, fueron autorizados a nivel federal a declarar la emergencia. La Guardia Nacional y el ejército continúan con su despliegue en el país.

El secretario de Sanidad y Servicios Humanos, Alex Azar, advirtió a Trump del riesgo de epidemia por coronavirus semanas antes de que se tomaran las primeras medidas de respuesta. Azar fue informado en enero por el director de los CDC, Robert Redfield, del peligro del virus, presente entonces solo en China continental. Azar trasladó la alerta mediante el Consejo de Seguridad Nacional, según el Post.

El 18 de enero informó directamente a Trump durante una reunión en su mansión de Mar-a-Lago, en Florida, reportó el rotativo New York Times. El 30 de enero volvió a advertir al mandatario de la enfermedad y le dijo que podría convertirse en una pandemia, según el Times. La respuesta del magnate fue decirle a Azar que estaba siendo alarmista.

Al día siguiente Trump impuso restricciones a los viajes procedentes de China. Fue 11 días después del primer positivo por coronavirus en Estados Unidos. Hasta el 13 de marzo, el presidente no declaró la emergencia nacional y se publicaron las recomendaciones sobre distanciamiento social.

La región más afectada es Nueva York y Nueva Jersey, donde las autoridades municipales anunciaron que no se reanudará el curso escolar de forma presencial y llevará a un millón de estudiantes a terminar su actual grado con clases a distancia. Nueva York registró 783 nuevos fallecidos del viernes al sábado, lo que dio un total de 8 mil 627, aunque las cifras apuntan al optimismo.

Es quizás el final del principio, ha declarado el gobernador Andrew Cuomo, al parafrasear al primer ministro británico, Winston Churchill, tras reconocer que la curva de decesos parece haberse estabilizado en un nivel horrendo.

Explicó que, a pesar de la gravedad de las cifras de fallecidos, el número de hospitalizaciones se ha estabilizado. Los casos parecen haber alcanzado una meseta. Es lo que todos modelos anticipaban. Ninguno iba a ofrecernos un descenso inmediato, reconoció.

Los operadores de esta ciudad responden a una nueva llamada cada 15.5 segundos. Personas en pánico reportan que la salud de un ser querido ha empeorado. Hay numerosos ataques cardiacos y fallas respiratorias y otros que llaman para que les aseguren que un mero estornudo no es indicio de que están infectados.

Mientras la zona metropolitana de Nueva York se ve abrumada por la cantidad de casos, crece el temor de que el contagio se extienda al centro del país. Una veintena de residentes de un hogar de ancianos de Indiana atacado por el Covid-19 ha muerto.

El condado de Cook, donde se encuentra Chicago, instaló una morgue temporaria con capacidad para más de 2 mil cuerpos. Adicionalmente, la alcaldesa Lori Lightfoot, recorre las calles a pie para decir a las aglomeraciones de gente: Sepárense.

Pese a la grave crisis sanitaria en el país, un puñado de curas y pastores hicieron caso omiso de las recomendaciones de médicos y autoridades, y anunciaron que celebrarán misa abierta al público el domingo, aunque sean arrestados, pero la mayoría transmitirá la misa por Internet. Algunos líderes religiosos han previsto dar misas a las cuales se puede asistir en automóvil, pero con sólo dos ocupantes.

En tanto, un portavoz de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza confirmó al diario Miami Herald que trabaja con la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias para evitar que los distribuidores desvíen el equipo de protección personal sanitario, como máscaras faciales y guantes, al extranjero, que incluye a las naciones caribeñas de Bahamas, Islas Caimán y Barbados.