Liberalismos mexicanos
n México, el liberalismo tiene dos facetas: la política y la económica. En la primera propone la democracia y en lo económico sostiene que hay que dejar al mercado funcionar sin intervención del Estado y esto conducirá a la prosperidad y a la justa asignación de recursos y tiene como alma el egoísmo.
Ese último liberalismo fue aplicado a fondo en dos ocasiones, y en ambas terminó muy mal. Los liberales de la República Restaurada (1867-1877) creían en los dos liberalismos, pero no pudieron aplicar el político. En el porfiriato, la versión política fue marginada y la económica fue aplicada a fondo. El porfiriato (1877-1911) prescindió del liberalismo político (la democracia) e impuso el liberalismo económico. El país prosperó una época, pero la desigualdad se volvió intolerable: estalló la Revolución (1910-1911).
Los revolucionarios crearon un sistema de economía mixta en la que se respetó la propiedad privada y la libertad empresarial (liberalismo económico) pero se dejó al Estado la rectoría de la vida económica, corregir las fallas del mercado y desarrollar una política social.
La economía mixta logró 50 años de crecimiento a 6 por ciernto, pero sin liberalismo político. En 1985, el presidente De la Madrid (defensor de la economía mixta), cedió ante el jefe de Estado Ronald Reagan, uno de los campeones del renacimiento liberal económico.
A partir de entonces se aplicó la economía neoliberal hasta 2018. Los resultados fueron desastrosos: dejamos de crecer, se concentró la riqueza: 10 por ciento se quedó con 60 por ciento del ingreso; los pobres aumentaron a 20 millones; la clase más alta creció 13 veces más; los multimillonarios aumentaron 32 por ciento y la oligarquía capturó al Estado para su propio beneficio.
Las cosas llegaron al borde del desastre social porque los liberales en lo económico no lo fueron en lo político y resultaron además muy corruptos. Se hizo inevitable la alternancia.
El presidente López Obrador se ha declarado liberal en lo político como Juárez y a favor deuna economía mixta y de un desarrollo estabilizador parte del liberalismo económico. ¡Felices Pascuas!
Colaboró: Mario A Domínguez