i bien el siglo XX fue el del adelantamiento de las mujeres, por su acceso al voto, al empleo remunerado, a la escolaridad alta, el siglo XXI ha colocado en la agenda mundial las persistentes y muy generalizadas formas de violencia machista. Entre estas modalidades, recientemente se han logrado avances por erradicar la violencia política de género. Apenas el 18 de marzo se aprobó en la Cámara de Diputados reformar diversas leyes con el fin de tipificar la violencia política en razón del género, la cual implica toda acción u omisión que limite, anule o menoscabe el ejercicio de derechos políticos de mujeres.
Otro gran acierto del actual gobierno ha sido declarar 2020 como Año de Leona Vicario, Benemérita Madre de la Patria
, un paso al reconocimiento del papel de las mujeres en la historia política de México. Como corresponsal de guerra y primera periodista del país, ella encabezó una red de mensajería sobre los movimientos políticos y militares en la Guerra de Independencia, en el frente de batalla dio refugio a fugitivos en peligro; acusada de conspiración estuvo presa en el convento de Belén de las Mochas, y después de escapar se casaría con Andrés Quintana Roo, con quien dio a luz dos hijas, en plena campaña militar. Nacida en plena Revolución Francesa, el 10 de abril 1789, hoy recordamos el natalicio de María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador, la pionera que hace 200 años abrió el camino de la política a las mujeres.
Con esta celebración aprovecho para recordar que fue una mujer la primera Secretaria General del Consejo Nacional de Población (Conapo), la impulsora de la nueva política de población de México: Luisa María Leal. Ella creó los cimientos del Conapo y diseñó su actual arquitectura institucional. Por esa amplia visión, desde su origen se logró sostener una auténtica política de Estado, que superó y se impuso sobre los vaivenes sexenales. La licenciada Leal inició los trabajos del plan nacional para frenar el rápido crecimiento demográfico de los años setentas y, de manera muy visionaria, a fines de los setentas abrió un debate nacional sobre el derecho al aborto, aunque en aquel momento no prosperó. Y pocas personas saben que en el Conapo empezó el Programa Nacional de la Mujer, primer antecedente del actual Instituto Nacional de las Mujeres, este programa fue iniciativa de Guadalupe Rivera Marín en el año de 1980, de esa gran política y legisladora, hija del famoso muralista mexicano. Por esos años se desarrolló el primer Programa Nacional de Educación Sexual y la política migratoria de las tres erres
: retener, reorientar y reubicar a la población, con Gustavo Cabrera al frente de la institución.
En 1988, otra mujer encabezó el Conapo, la antropóloga Luz María Valdés tiene el mérito de haber iniciado los trabajos de planeación demográfica de los grupos indígenas. Y al arrancar el nuevo siglo, la institución será nuevamente dirigida por una mujer, la demógrafa Elena Zúñiga; ella incorporó a la política de población el tema del envejecimiento poblacional, además fortaleció la perspectiva de género y reforzó los Consejos Estatales de Población, los llamados Coespos. Como cuarta mujer al frente del Conapo en 2012, la licenciada Patricia Chemor arrancó en el año 2015 la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo de Adolescentes (Enapea), la cual en conjunto con el Instituto Nacional de las Mujeres dio visibilidad a un problema demográfico que presentaba tasas de estancamiento en los pasados veinte años. En la actualidad el Conapo está encabezado por una antropóloga social, quien escribe esta colaboración. Sabemos que cuerpo de mujer no garantiza un enfoque feminista, pero esta es hoy posición de la institución y de su secretaría de adscripción: la Secretaría de Gobernación. Ante los retos que plantea el contexto demográfico hay necesidad de fortalecer las atribuciones del Conapo que han venido mermándose en las pasadas dos décadas y recuperar su papel estratégico para el desarrollo económico, social y cultural del país. Una nueva Ley General de Población está ya por aprobarse en el seno del Congreso de la Unión.
Las prioridades emergentes apuntan a un relanzamiento de la Enapea para erradicar la existencia de niñas madres e impulsar el adelantamiento de las y los adolescentes del país, valorándola como una etapa clave para el crecimiento personal y del desarrollo de México; además de generar políticas para anticiparse al envejecimiento poblacional (gran reto para el sistema de salud que cobró visión ante la pandemia del Covid-19) e iniciar una política sobre el desplazamiento interno forzado. Se trata de impulsar desde el Conapo un gran cambio cultural para el ejercicio de los derechos humanos, de los derechos sexuales y reproductivos con una perspectiva de género, de corresponsabilidad y de juventudes; una política que favorezca la superación de las desigualdades sociales en los diferentes grupos de población, así como la articulación y territorializacion de esfuerzos interinstitucionales en los ámbitos nacional, estatal y municipal.
* Secretaria General del Conapo
Gabrielarodr108