Jueves 9 de abril de 2020, p. 35
Editorial
La crisis sanitaria evidencia distancia entre la legalidad y la realidad. Las respuestas en las leyes no sirven para los problemas civiles, laborales y de derecho a la salud, apenas sirven en la contingencia.
El cierre de juzgados, juntas laborales y tribunales administrativos ha llevado a muchos sectores a replantear las formas de resolver sus conflictos. Sin embargo, la recesión inevitable (la caída del precio del petróleo, el aumento en el valor del dólar, la fuga de capitales, despidos y cierres empresariales, entre otras) también aumentará el número de conflictos. La judicialización de la vida nacional será inevitable.
***
Necroderecho
de José Ramón Narváez Hernández. Edit. Libitum, México.
Si el hombre sólo está seguro de su propia existencia, ata sus limitaciones cognositivas: su mente es su cárcel, con sus prejuicios y temores. La ley protege propiedades y derechos, por equivocados que estén constituidos: para ello debe ser maleable. Y termina por negociar la vida para establecer a sus seguidores.
Con una perspectiva tan peculiar como contemporánea, Narváez replantea el estudio del derecho: sirve para proteger la vida, pero terminará por causar la muerte. Mientras los ciudadanos buscan los caminos para salvarse de la enfermedad en turno, los gobiernos plantean escenarios políticos, no destinados al individuo: la ley no salvará a todos.
Un libro de filosofía jurídica profunda que replantea los efectos y las causas del derecho; sin darnos cuenta, el pacto social se ha vuelto de muerte, no de vida.
Sugerencias y colaboraciones: [email protected]. https://agendajudicialricardoguzman wolffer.blogspot.com/