Al inicio del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, entre las herencias de la administración de Enrique Peña Nieto está la siguiente: los estados del país con mayor número de escuelas en rezago de servicios básicos eran Chiapas, con 56.9 por ciento; Oaxaca, 28.1; San Luis Potosí, 21.3; Durango, 20, y Guerrero, 17.7 por ciento.

Carecía de sanitarios 45 por ciento de las primarias y secundarias de Guerrero, seguido de Tabasco con 40 y 36 por ciento de Veracruz.

Tal realidad no obsta para que el diputado de Morena Juan Humberto Pérez (de Veracruz) proponga que todas las escuelas primarias y secundarias del país formen bandas de guerra para conmemorar las efemérides nacionales, y que a sus integrantes se les dote de uniformes nuevos e instrumentos musicales.

A pesar de las multimillonarias partidas presupuestales para resolver la ignominia en las instalaciones educativas, proliferan las escuelas en regiones índígenas donde ni siquiera se dispone de agua potable, y en muchos otros casos donde el piso de las precarias aulas es de tierra. Y así, el diputado morenista pretende que se modifique la Ley Sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, aduciendo que en la reciente reforma en la materia impulsada por el gobierno de México, la educación cívica ha formado nuevamente parte fundamental del modelo educativo en nuestro país.

En la exposición de motivos de la iniciativa, reitera que la ética y el civismo para este gobierno son ejes a recuperar en la sociedad. Tratando de resarcir el abandono, ahora es necesario que, para la formación de los valores cívicos en la educación básica pueda ser incluido en el marco normativo, la obligatoriedad en las escuelas, en cualquiera de sus niveles, de contar con una escolta y con una banda de guerra escolar.

Las bandas de guerra tienen su origen a partir de la Independencia, y se han visto influenciadas en su esencia por las tradiciones militares de la Colonia, matizadas por la intervención francesa, el Segundo Imperio, la Reforma, y su máxima expresión la vivió en el ejército porfiriano con la creación de la Marcha Dragona, coronándose con el desfile militar del 16 de septiembre de 1910 donde 5 mil soldados de infantería y caballería uniformados de paño azul desfilaron encabezados por las bandas de guerra con tambores, clarines y trompetas, argumenta el legislador.

Así, la adición al articulo 21 de la Ley Sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, en materia de escolta de banda de guerra, quedaría así: Es obligatorio para todos los planteles educativos del país, oficiales o particulares, poseer una bandera nacional, una banda de guerra y escolta, con objeto de utilizarla en actos cívicos y afirmar entre los alumnos el culto y respeto que a ella se le debe profesar.