Durante el primer trimestre de este año dos elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) murieron durante tareas relacionadas con el combate al tráfico ilícito de drogas y armas de fuego. Se trata del número más bajo de militares caídos en un periodo similar en los pasados 19 años.

Esto según el informe titulado Relación de personal fallecido en la aplicación de la campaña permanente contra el narcotráfico y la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos”, elaborado por la Sedena.

Según el documento, durante este año los únicos reportes de soldados fallecidos cuando participaban en estas tareas específicas ocurrieron el 27 de enero en Chetumal, Quintana Roo, cuando un cabo de caballería fue agredido con un arma de fuego, y el otro deceso ocurrió en Irapuato, Guanajuato, el 4 de marzo, cuando un elemento de las Fuerzas Especiales murió en un accidente automovilístico mientras se dirigía a un operativo de combate a las drogas.

En contraste, durante el primer trimestre de este año nueve militares han muerto en accidentes en carretera mientas cumplían con su deber, cuatro fallecieron el 17 de enero en Tamaulipas, y otros cinco el 27 de enero, en Oaxaca.

Conforme al recuento, desde diciembre de 2006 hasta marzo de 2020, 564 militares han muerto en estas tareas. Durante este lapso, el estado de Tamaulipas acumula el mayor número de bajas, con 139 muertes, seguido de Sinaloa con 70, Michoacán con 61, Guerrero con 59 y Nuevo León con 34.

Según estas cifras, el primer trimestre en el que más militares murieron ocurrió en 2010, durante el gobierno de Felipe Calderón, cuando 25 elementos de la Sedena perdieron la vida en tareas de combate al tráfico de armas y drogas.

La administración de Calderón, durante la cual se comenzó la llamada guerra contra las drogas, tiene el récord del año con más bajas para el Ejército, fue el 2010, cuando 89 militares fallecieron en estas tareas. El segundo año con más caídos fue 2012, con 73, y el tercer lugar 2011, con 62 elementos de la Sedena muertos por esta causa.