Ginebra. El número de decesos por el Covid-19 se duplicó en el mundo en una semana, alertó ayer el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien teme una rápida escalada de la pandemia cuando a escala global se registran más de 46 mil decesos y más de 932 mil personas infectadas.

En los próximos días se llegará al millón de casos y 50 mil muertos, advirtió en conferencia de prensa en esta ciudad. Cuando entramos en el cuarto mes de pandemia, estoy profundamente preocupado por la escalada rápida y la propagación mundial de infecciones, afirmó.

Explicó que en cinco semanas se vio un crecimiento casi exponencial de nuevos contagios. Se trata de la primera pandemia provocada por un coronavirus y su comportamiento no es muy conocido. Tenemos que estar unidos para combatirlo.

A escala global hay 932 mil 605 contagios, 46 mil 809 muertos (75 por ciento en Europa) y 193 mil 117 recuperados, indicó el conteo de la Universidad Johns Hopkins.

Los servicios de inteligencia de Estados Unidos concluyen, en un informe clasificado, que China, donde surgió el brote en diciembre pasado, oculta el alcance de la pandemia y que las cifras brindadas son superiores a las que reportó: 3 mil 316 muertos y 82 mil 361 contagios, según dijeron fuentes anónimas a la agencia de noticias Bloomberg.

En inusual comunicado, Tedros, junto con sus pares de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, el chino Qu Dongyu, y de la Organización Mundial del Comercio, el brasileño Roberto Azevedo, advirtieron del riesgo de penuria alimentaria por los impactos del Covid-19.

Las incertidumbres generadas sobre la disponibilidad de alimentos pueden desencadenar una oleada de restricciones a la exportación, aseguraron. Algunos países exportadores de cereales podrían retener sus cosechas, mientras las naciones más frágiles consumidoras de este producto pueden padecer la escasez.

En tanto, el Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Organización Internacional para las Migraciones, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados y la OMS abogaron por proteger los derechos y la salud de refugiados, migrantes y personas apátridas.

Dos meses después de la detección de los primeros casos, Europa enfrenta el colapso de los servicios sanitarios de cuidados intensivos, que están al límite de sus capacidades. En el continente, con 30 mil 63 decesos y 458 mil 601 infectados, los gobiernos intentan reducir estas cifras con medidas desesperadas, como los rigurosos confinamientos.

Treinta y seis pacientes fueron trasladados de París a Bretaña, en el noroeste de Francia, con el fin de que continúen su tratamiento, mientras la capital enfrenta una creciente falta de capacidad para atender a los enfermos.

Además de París, en las ciudades de Bérgamo, Bruselas, Alcorcón y Berlín, enfermeras, basureros, repartidores y cajeras continúan con sus actividades expuestos al contagio.

En Italia, el país más afectado de Europa, con 13 mil 115 muertos y 110 mil 574 infectados, las personas que han logrado curarse salen de los hospitales entre aplausos. Pero médicos y autoridades temen que los convalecientes, que aún pudieran dar positivo a Covid-19, se conviertan en bombas virales.

El gobierno italiano extendió hasta el día 13 las restricciones de movimientos y actividades. El papa Francisco pidió orar por los periodistas y profesionales de la comunicación, porque su labor permite que la gente no esté tan aislada.

Reino Unido anunció que aplazará para 2021 la Cumbre Climática de la ONU, programada para noviembre, en Glasgow.

Alemania, con 920 decesos y 77 mil 872 contagios, prevé que su actividad económica disminuirá 5 por ciento este año.

Desde los hospitales senegaleses hasta las farmacias callejeras camerunesas, pasando por empresas farmacéuticas sudafricanas, África subsahariana, desarmada ante el coronavirus, se lanza sobre la cloroquina, un medicamento conocido por sus habitantes.