Jueves 2 de abril de 2020, p. a12
Lausana. Algunas federaciones deportivas internacionales, ampliamente subvencionadas por el Comité Olímpico Internacional (COI), se encuentran en dificultades económicas debido al aplazamiento de los Juegos de Tokio 2020 a 2021, pero también por sus propios compromisos de competencias y podrían pedir ayudas públicas. La situación es tensa y sombría, es la opinión generalizada.
De las 33 federaciones internacionales presentes en los Olímpicos de Tokio 2020, 28 deben recibir ayudas sustanciales del COI, pero el aplazamiento de los Juegos podría conllevar el retraso de esos pagos. Los cinco nuevos deportes (karate, surf, skateboard, escalada y beisbol/softbol) del programa olímpico, quedan fuera.
El maná olímpico, que había alcanzado un total de 520 millones de dólares en los Juegos de Río 2016, podría alcanzar el mismo nivel en los de Tokio o bajar
, previene Andrew Ryan, director general de la Asociación de las Federaciones Internacionales Olímpicas de Verano (Asoif), encargada de repartir este dinero.
Subvenciones
Clasificadas en cinco grupos en función de su audiencia y de su importancia, las federaciones reciben subvenciones regresivas: unos 40 millones de dólares las más grandes (atletismo, natación y gimnasia); 25 para el Grupo dos (ciclismo, basquetbol, voleibol, futbol y tenis); 17 millones para el tres (boxeo, remo, judo, tenis de mesa), 12 para el cuatro (vela, canotaje, esgrima) y 7 para el cinco (rugby, golf, pentatlón moderno).
Para las más grandes, como la FIFA –en futbol–, que dispone de mil 500 millones de dólares o la FIBA –basquetbol (46 millones de dólares de reserva)–, las ayudas del COI representan una proporción reducida de sus ingresos: ínfima para la primera. Para otras es vital.
Para el conjunto de las federaciones, el aplazamiento de los Juegos tiene un efecto dominó, que conlleva la reprogramación de sus propias competiciones, de las que sacan lo esencial de sus ingresos. Es el caso de World Athletics, que ya anunció el aplazamiento a 2022 del Mundial de Eugene (Estados Unidos).
La Federación Internacional de Natación (FINA) deberá hacer lo mismo con su Mundial programado en 2021 en Fukuoka (Japón).