Ese sector es la primera víctima cuando hay recortes presupuestales o catástrofes como la actual emergencia sanitaria por la pandemia
Miércoles 1º de abril de 2020, p. 4
Montevideo. En América Latina, los trabajadores de la cultura son afectados de forma severa ante la expansión del nuevo coronavirus, debido a que los gobiernos tomaron como primera medida suspender los espectáculos públicos; sin embargo, los artistas están cumpliendo un papel sustancial en el soporte emocional a las personas en aislamiento, generando conciencia o sacando el foco de la pandemia, por lo menos, mientras dura una canción.
‘‘Se produjo algo muy paradójico, porque la cultura es una de las áreas más afectadas; sin embargo, es la que todavía está sosteniendo el ánimo, la comunicación; este sector es la primera víctima en casi todo, en recortes, hasta cuando hay catástrofes como el Covid-19, no lo digo desde la ingenuidad, hay mucha gente afectada y que está ayudando, pero si vamos a lo anímico, el sostén emocional es la cultura’’, sostuvo la directora de la Cinemateca Uruguaya, María José Santacreu.
Políticos ven a la cultura como algo accesorio
El Covid-19 hace que el mundo se enfrente a situaciones inéditas y que miles de personas sean despedidas de sus trabajos o yendo a seguro por desempleo, pero las obligaciones no cesan: comprar comida, medicamentos, pagar la luz, los alquileres, los impuestos.
A eso se suma el aislamiento social que casi todos los gobiernos de la región han adoptado, lo que lleva a que las opciones de los artistas para obtener dinero sean escasas.
Ante esa situación, a las cancelaciones de todos los montajes se suma que otra de las salidas laborales de dichos profesionales es dar clases, tanto en sus casas como en institutos, que también, en caso de no poder pasar a modalidad en línea, siguen suspendidas.
‘‘Las consecuencias ni siquiera las tenemos mensuradas, porque la paralización es total, pero obviamente no se te extinguen las obligaciones porque tenés que seguir pagando las cuentas’’, señaló Santacreu.
El sector cultural muchas veces suele relacionarse a músicos, cineastas, bailarines, escritores, artistas y actores.
Pero este sector abarca mucho más: productores, guionistas, iluminadores, fotógrafos, técnicos de sonido, encargados de boleterías, directores de arte, locacionistas, vendedores de comida, gestores, administrativos, encargados de prensa, editores, diseñadores, escenógrafos, correctores, vestuaristas, periodistas, camarógrafos, dueños de locales, personal de servicio, fleteros, salas de ensayo.
‘‘Si yo tuviera que pedir un deseo esperanzador es que cambiara un poco esa idea tan arraigada en la gente más dura de la política de que la cultura es algo accesorio’’, expresó Santacreu, directora de una institución histórica en el ámbito cultural uruguayo y regional, fundada en 1952.
Considera que existe una forma de no calibrar la importancia de la cultura.
‘‘Es esa paradoja que se da, y si vos buscás un poco de alegría en situaciones como ésta la vas a encontrar con gente compartiendo películas, haciendo recitales con transmisión en directo a través de Internet, libros que se han puesto a disposición’’, explicó Santacreu.
Las consecuencias económicas inmediatas en este sector ya saltan a la vista; la Cinemateca, por ejemplo, tuvo que enviar a casi todos sus trabajadores a seguro de paro, debido a que su principal ingreso es la venta de entradas.
Los gobiernos de la región y la cultura en línea
En varios países de la región, como Argentina, Chile, Colombia, Bolivia y Uruguay, los gobiernos desarrollaron plataformas en línea para que las personas accedan desde sus hogares y de forma gratuita a películas, libros, conciertos, obras de teatro y muestras de artes visuales.
Buenos Aires lanzó el programa Cultura en Casa, el cual ‘‘busca que las personas puedan seguir encontrándonos a través del arte’’, detalló el ministro de Cultura de la capital argentina, Enrique Avogadro.
Chile lanzó la iniciativa Elige Cultura en Casa, que consiste en un sitio web (eligecultura.gob.cl) con iniciativas culturales y una plataforma con películas chilenas y una biblioteca pública digital.
Según la ministra de la Cultura de Chile, Consuelo Valdés, el acceso a las plataformas digitales del Ministerio de la Cultura creció 660 por ciento debido al coronavirus.
Lo mismo hizo Uruguay con la plataforma culturaencasa.uy, que sincluye artes visuales y escénicas, cine y audiovisual, letras, música, contenido infantil, juvenil y ciencia.
En la Habana, un grupo de músicos cubanos se sumó a la iniciativa internacional de ofrecer conciertos vía Internet para llevar un mensaje esperanzador a millones de personas que a escala mundial permanecen en casa ante el avance del Covid-19.
En Bolivia surgieron iniciativas en línea de conciertos de la Orquesta Sinfónica Nacional y de una docena de artistas locales.
En Colombia, el gobierno también lanzó la estrategia #CulturaDigital con una oferta de contenidos culturales para primera infancia, cine, música, teatro y exposiciones de museos.