México es un país enfermo. Con dos tercios de su población adulta con sobrepeso y obesidad, las evidencias estadísticas y los especialistas en nutrición establecen que las principales causas de muerte están relacionadas con la alimentación: enfermedades crónico-degenerativas, diabetes, los padecimientos cardiovasculares y distintos tipos de cáncer.

En 2012 había 6.4 millones de personas con diabetes y para 2018 eran 8.6 millones. Los estados con más enfermos son Campeche, Tamaulipas, Hidalgo, Ciudad de México y Nuevo León.

El mismo ascenso existe para la hipertensión –principal factor de riesgos cardiovasculares– porque mientras en 2012 había 9.3 millones de mexicanos con ese padecimiento, para 2018 ya eran 15.2 millones.

Así, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018 destaca que 26.7 por ciento de mexicanos entre 70 y 79 años son hipertensos, el mayor número de casos se hallan en Campeche, Sonora, Veracruz, Chihuahua y Coahuila.

En México la población no tiene disciplina para la medición regular de sus niveles de colesterol y triglicéridos. Sin embargo, entre 2012 y 2018, según la propia encuesta, la proporción de quienes admitieron índices elevados pasó de 13 a 19.5 por ciento.