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Pandemia

Insta a dejar atrás la polarización

A países pobres nos pegará más el virus, afirma rector de la Ibero

A México le espera duro camino para salir de esta crisis: David Fernández

 
Periódico La Jornada
Lunes 30 de marzo de 2020, p. 3

La pandemia del Covid-19 llega a México cuando los sistemas de salud y de seguridad social del viejo estado de bienestar han sido desmantelados en el modelo económico del neoliberalismo, aplicado en las pasadas décadas, donde se han privatizado los servicios básicos y el Estado se ha retraído de sus obligaciones de proveer salud y educación, entre otras de sus responsabilidades, aseguró el rector de la Universidad Iberoamericana (Ibero) Ciudad de México, David Fernández Dávalos.

Para el también religioso de la Compañía de Jesús, la pandemia no le pega a todos por igual, dadas las condiciones de enorme desigualdad social y económica existentes, con millones de seres humanos en la pobreza, otros sin empleos o con salarios precarios y condiciones apenas de sobrevivencia.

En un mundo desigual, conflictivo y complejo, preveo que a los países más pobres nos va a pegar más, lo mismo que al sector de los trabajadores y las clases populares, particularmente a los que trabajan en la informalidad, dice el religioso, quien desde 2014 –ya en su segundo periodo– es rector de la Ibero, una de las principales universidades privadas del país, con un ideario de inspiración cristiana, y que desde 1943 ha estado a cargo de los jesuitas.

En entrevista, Fernández Dávalos augura un camino duro al país para poder salir de la crisis económica que dejará la pandemia. Advierte que será necesario dejar atrás la polarización y las posiciones clasistas que han asumido sectores en contra del gobierno.

–¿Es posible dejar atrás esta polarización y los ataques al gobierno?

–Así ha sido hasta ahora, unos y otros han perdido objetividad y posibilidad de mirarse críticamente; entonces, la necesidad es que las discusiones sean rigurosas, sustentadas no desde posiciones clasistas o polarizantes, ni descalificadoras de la crítica, sino más bien desde la base de la evidencia científica.

Añade: Hay que poner en el centro el interés del país y particularmente el interés de las mayorías populares y de los grupos más vulnerables en este momento. Sólo de esa manera podremos salir fortalecidos de este trance, cuya recuperación puede durar varios años.

Destaca la urgencia, en lo global, de transitar hacia un nuevo modelo económico, centrado en los derechos de las personas y sus necesidades. Un nuevo modelo que incluya y promueva la igualdad. No como ahora, en el que este modelo pone al centro la ganancia y el crecimiento del capital. Eso nos ha traído a un callejón sin salida, afirma.

–En esta sacudida provocada por el Covid-19, ¿podría gestarse un nuevo orden económico?

–No lo sé, pero me parece que esta es la oportunidad propicia para replantearlo y entremos a la disputa por ese nuevo orden internacional y un nuevo modelo económico.

El virus vino a evidenciar que el viejo modelo económico, aplicado ferozmente en las últimas décadas, no da para más y que no resuelve las necesidades de la gente. No lo hace porque no está interesado en ello y sólo se reproduce a sí mismo. Entonces, en el terreno de la lucha social es como se va a definir el futuro, pero desconozco cuál sea el resultado.

Una de las reflexiones que hasta ahora deja la pandemia, desde su propia visión, es que se palpa, hoy más que nunca, un vacío público al nivel internacional, es decir, no tenemos instituciones, no tenemos gobernanza, no tenemos legislación que ponga por delante a los pueblos y a lo público; todo es privado, son contratos, son convenios de libre comercio, son todo este tipo de mecanismos de arbitraje internacional.

No hay una esfera pública de lo internacional, es urgente crearla para que justamente haya políticas comunes que pongan por delante los intereses de los pueblos y aminoren las desigualdades sociales y se construya una sociedad más justa e incluyente, concluye.