Lunes 30 de marzo de 2020, p. 29
Rocío Anacleto, madre soltera de dos adolescentes, perdió uno de sus dos trabajos a causa de la pandemia de coronavirus, por lo que califica su situación económica de difícil.
Hasta principios de marzo Rocío tenía dos trabajos, uno en una casa particular y otro en una escuela de matemáticas; en ambos realizaba labores de limpieza. Sin embargo, el trabajo en la escuela lo perdió debido a que cerró sus puertas para prevenir contagios de Covid-19.
Ese trabajo le representaba una remuneración quincenal de mil 400 pesos, los cuales dejará de percibir a finales de este mes.
Es sencillo: Ahí se dan clases de matemáticas, pero si no hay niños, no hay nada qué hacer, no hay nada qué limpiar. Para la dueña de la escuela también es preocupante porque teme que se le vayan alumnos. Es como una cadenita, si un eslabón no funciona, no funciona lo demás
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Ahora sólo cuenta con el trabajo en la casa particular y el apoyo del programa Mi beca para empezar que tiene su hija Jazmín, de 14 años; afirma que este mes recibirá un adelanto de 500 pesos, lo que ayudará para sobrellevar el mes. Su hijo Alberto, de 18 años, quien cursa bachillerato, no cuenta con ningún apoyo oficial.
Es una situación difícil, y más ahora que subieron los precios de las tortillas y el huevo. Pero lo más difícil es que estamos encerrados en casa, que no podemos salir, que no puedo salir a buscar otro trabajo porque todo está cerrado
, dijo.
Mientras pasa la contingencia, Rocío les dejó claro a sus hijos que deberán recortar gastos y varios de sus platillos favoritos dejará de prepararlos debido a los costos de la carne y los alimentos en general.
De repente nos damos nuestros gustos y vamos por una gallina para hacer caldo, o unos tacos de suadero, pero ahorita no nos podemos dar ese gusto. Lo que subió mucho es el pollo, de estar a 65 la pechuga, ya está en 85 pesos. Entonces compraré sardina, atún, lenteja y soya, que es muy basta, y verdura para acompañar
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