Miércoles 25 de marzo de 2020, p. 5
Ayer fue un martes negro para la aviación mexicana, debido a que en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se cancelaron alrededor de 200 vuelos, tanto de llegadas como de salida, debido a la escasa o nula presencia de pasajeros, principalmente por la pandemia del Covid-19, así como el cierre de fronteras en varios países para evitar su propagación.
La histórica caída se dio principalmente en vuelos domésticos, con destinos a Monterrey, Oaxaca, Acapulco, Cancún, Mérida, Puerto Vallarta, Los Cabos, San Luis Potosí, Chetumal, Guadalajara, Veracruz, La Paz, Aguascalientes, Torreón, Villahermosa, entre otros.
Así como en vuelos principalmente con destinos de Estados Unidos, como Miami, Houston, Dallas, Los Ángeles, Chicago, Nueva York y Las Vegas, además de otros como La Habana, Bogotá, Quito, Ecuador, Montreal, El Salvador o París.
Aeromexico canceló 94 operaciones, Interjet 85 y Volaris 14, mientras United suspendió tres itinerarios y American Airlines otras ocho.
A partir de esta semana los mostradores de aerolineas extranjeras del AICM y pantallas que muestran los itinerarios de salidas internacionales lucen vacíos, debido al cierre de fronteras en diferentes países de Europa y América Latina.
El mismo caso se repitió en mostradores de Aeromexico, Interjet, Volaris y Viva Aerobús, que tienen poca afluencia de viajeros. Pero no sólo eso, los pasillos de las dos terminales aéreas también están semivacíos. En el área de comida rápida hay muy pocos comensales. Anteriormente por ahí transitan alrededor de 300 mil personas diariamente.
El subsecretario de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes, informó que van 2 mil 46 mexicanos retornados a México que estaban varados en 16 países, entre ellos Argentina, Colombia, Venezuela, Chile, Perú, Bolivia, Brasil, Honduras, Cuba, Guatemala y El Salvador.
En tanto el grupo de más de 100 hondureños que permanecen dese hace cinco días en la terminal uno del AICM, procedentes de Puerto Cádiz, pidieron ayuda humanitaria a las autoridades diplomáticas para regresar a su país, ya que dijeron que la empresa que los contrató para trabajar en un crucero no se quiere hacer responsable.