Reclusión en casa, prueba para los futbolistas
a contingencia por el Covid-19 somete a examen el profesionalismo de los futbolistas, quienes por la inactividad perderán ritmo de juego; lo que no pueden descuidar es el trabajo físico, su alimentación y descanso, que por estos días deberán realizar recluidos en sus domicilios, lejos de la mirada atenta de preparadores físicos y entrenadores.
No hay fecha de reactivación, pero el temor de los técnicos es recibir a sus pupilos dispares en condición física. Habrá quienes cumplan el plan en casa con rigor, y otros que, como ocurría con Antonio Mohamed cuando era jugador, se las ingeniaba para allegarse pizzas, hamburguesas y malteadas. O como Nidelson da Silva Melo (siguiendo con aquel colorido Toros Neza), quien se escapaba para beber y adorar a Baco.
Los Diablos Rojos del Toluca fueron el último equipo en parar, todavía la semana pasada trabajaron en grupos reducidos en Metepec. Receloso, Chepo de la Torre los manda ahora a sus hogares, pero con ese aditamento que usan en el pecho con GPS incluido, para medir el esfuerzo –y de paso tener su ubicación–, con la instrucción de mandar día a día el reporte de actividad.
El rastreo falló en el caso de Pumas, donde un grupo de confundidos auriazules creyó que estaban de vacaciones y se reunieron para jugar padel. Los futbolistas tienen ingresos que les permiten montar un gimnasio propio en casa, un lujo en estos tiempos. En contraste, atletas de otras disciplinas se entrenan hasta en parques callejeros y viven con la incertidumbre de no saber si finalmente habrá Juegos Olímpicos.
La pandemia, esa sombra invisible pero letal que está estremeciendo a todos, amenaza también los bolsillos de los futbolistas. El Real Madrid no tocará los sueldos de los jugadores, aclaró la directiva merengue, pero no todos tienen las arcas repletas. Clubes de la misma España, incluido el poderoso Barcelona, así como de Italia, Alemania e Inglaterra, es decir, de las ligas top, contemplan la opción de reducir sueldos.
Aún no se esfuma el flagelo y ya varias federaciones intentan hacer cálculos del desastre financiero. Hay de todo en el escenario futbolero: desde el FC Sion suizo, que despidió a nueve jugadores por no aceptar una baja salarial, hasta el alemán Borussia Monchengladbach, cuyo plantel por iniciativa propia ofreció rebajar sus ingresos ante la crisis.
Se perdió la fecha FIFA de marzo y los técnicos noruegos Lars Lagerback (varones) y Martin Sjogren (mujeres) aceptaron ganar un 20 por ciento menos… Es cuestión de sensibilidad y compromiso, pero no se descarta que en sucesivos contratos laborales se incluya una cláusula para casos similares, cuando los clubes dejan abruptamente de percibir ingresos de televisoras, publicidad, taquilla, etcétera.
México no será la excepción. Duilio Davino, presidente deportivo del Monterrey, junto con Tigres, el club más fuerte económicamente del país, habló de una posible reducción de salarios para los futbolistas de la Liga Mx, con personajes como el felino André-Pierre Gignac, con sueldos que rebasan los 3 millones de pesos mensuales. El martes los directivos sostendrán una videoconferencia para intercambiar impresiones.
Enrique Bonilla está en cuarentena, fue el segundo caso positivo de Covid-19 en la Liga Mx tras el de Alberto Marrero, directivo del Atlético San Luis. Antes de ser atacado por el virus, el titular de la primera división aclaró que por el momento no habrá modificación en la Liga de Ascenso, que se mantiene en ebullición y no será fácil conformarla si eliminan el ascenso.
La rebeldía del circuito de Plata no estaba contemplada, pero quedó un tanto apagada a causa del paro forzado, justo cuando los jugadores demandaban la solidaridad de sus compañeros del máximo circuito. Ojalá Bonilla se recupere pronto, en puerta hay varios asuntos: el rumor de que como primera medida los clubes intentan suprimir los torneos Sub-15, 17 y 20, la demanda de Fidel Kuri, entre otros.