Mundo
Ver día anteriorLunes 23 de marzo de 2020Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Presos exigen prevenir contagios del Covid-19

Más de 20 muertos y 83 heridos en intento de fuga en penal de Bogotá

No hay un solo reo, custodio o administrativo infectado, asegura ministra colombiana de Justicia

Foto
▲ Familiares de prisioneros protestaron ayer afuera de la cárcel La Modelo, en Bogotá, para exigir informes sobre la situación sanitaria que se vive adentro del penal, ante el temor de contagios por el Covid-19.Foto Xinhua
 
Periódico La Jornada
Lunes 23 de marzo de 2020, p. 27

Bogotá. Un motín e intento de fuga en una cárcel de Bogotá, ocurrido la noche del sábado, provocó 23 muertos y 83 heridos, informaron ayer las autoridades, mientras crecen los temores de que el Covid-19 se propague en las penitenciarías.

La ministra de Justicia, Margarita Cabello, explicó que lo sucedido en la prisión La Modelo de la capital colombiana fue un intento de fuga, pero activistas por los derechos de los internos alegaron que las autoridades reprimieron a reos que protestaban de manera pacífica por las condiciones que, según ellos, podrían exacerbar los contagios del nuevo coronavirus.

Expuso: No hubo fugas, pero aquí hubo un plan criminal que fue frustrado. Tampoco existe un problema sanitario. Hasta ahora no hay un solo contagio, ni un reo, ni el cuerpo administrativo o de custodia está infectado.

Carlos Holmes Trujillo, ministro de Defensa, aseguró que la fuerza pública no ingresó a La Modelo ni a otras prisiones del país la noche del sábado, en medio del intento de fuga masiva y amotinamientos.

El conflicto en el penal bogotano, donde están recluidos tanto sospechosos como culpables de delitos que van desde robo en propiedad ajena hasta narcotráfico, comenzó el sábado por la noche. Los reclusos colocaron videos en Internet que muestran gente afuera de sus celdas gritando mientras se escuchaban disparos a lo lejos.

¡Nos tienen abandonados, nos tienen como perros!, gritó uno de los internos.

La evidencia de la violencia aún era visible ayer: el cuerpo de un hombre yacía boca arriba sobre un techo, vestido con pantalones cortos azules, tenis blancos y una sudadera gris ensangrentada. Familiares, muchos con mascarillas, exigían información desde afuera.

Estamos desesperados porque no sabemos nada, gritó una mujer.

Las autoridades no proporcionaron una descripción detallada de cómo murieron los reclusos, y sólo indicaron que siete trabajadores de la cárcel también resultaron heridos, dos de gravedad.

El director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, general Norberto Mujica, sostuvo que se frustró un plan masivo y coordinado de fuga en varias cárceles, pero subrayó que la situación está bajo control.

La Defensoría del Pueblo solicitó al gobierno decretar una emergencia que permita excarcelaciones de reos mayores de 60 años y libertad temporal a condenados hasta ocho años de prisión.

Jhon León, de la Corporación Seguridad Jurídica, organización que trabaja para mejorar las condiciones de los reclusos, expresó que los prisioneros planeaban realizar una protesta a nivel nacional el sábado por la noche después de quejarse durante dos semanas del terrible estado de las cárceles, sin obtener respuesta.

León agregó que unas 5 mil personas estaban en esta cárcel, en condiciones de hacinamiento; algunos ocupaban celdas en grupos de seis y otros tenían que dormir en los pasillos.

Colombia tenía 231 casos confirmados de coronavirus y dos decesos hasta ayer. El gobierno ha tomado una serie de medidas iniciales que incluyen la prohibición de visitas.

Activistas quieren que el gobierno aplique medidas como la liberación de quienes estén cerca de cumplir sus condenas o que están encarcelados en forma preventiva por delitos no violentos. Hasta 2019 había alrededor de 120 mil reclusos en las 132 prisiones colombianas, cifra mucho mayor a la capacidad oficial para albergar, que es de unos 80 mil.

Es un problema para muchas naciones en la región y en todo el mundo: con casi 1.5 millones de personas tras las rejas, las cárceles abarrotadas de América Latina son caldo de cultivo ideal para la enfermedad.